Mi amado yakuza [Makoharu-Sourin]

Capítulo 10: Sensaciones.

Kon'nichiwa minna-san, traigo el nuevo cap, espero les guste mucho, cualquier sugerencia me la pueden dejar con sus rewiens✌

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Rin condujo a casa con precaución por la incesante lluvia, no tardo mas de 20 minutos en llegar.

Frente al departamento había un auto que él no reconocía, se encogió de hombros y estacionó el propio detrás de aquel vehículo desconocido.

Bajo corriendo y entro a su departamento compartido con su mejor amigo. El olor a chocolate caliente llegó a sus fosas nasales, supuso que Haruka estaba en la cocina.

—¡Haru, estoy de vuelta! — gritó el pelirrojo, y camino en dirección a la sala de estar— ¿Sabes de quien es el auto que...— se quedo estático en su lugar, por la escena que se desarrollaba frente a sus ojos.

Su mejor amigo, Haru, el mismo Haru que nunca se había interesado por ninguna otra persona, de manera romántica, claro esta, sostenía el rostro de un hombre, entre sus manos, apuntó de besarlo, cabe destacar que dicho hombre estaba semidesnudo.

Aunque todo eso quedo en segundo plano cuando Rin reconoció al hombre que de seguro se hubiera tirado a su mejor amigo, si él no hubiera llegado.

—¿Que demonios haces tú aquí? — Rin se acercó a grandes pasos hasta el castaño, Haruka se interpuso en el camino del pelirrojo.

—Makoto me trajo a casa— dijo el pelinegro con tranquilidad.

—¿Makoto? Makoto — chilló Rin histérico — Lo llamas por su nombre a secas... ¡Joder, Haru! — el pelirrojo se paso las manos por el cabello exasperado — No te dije que te mantuvieras lejos de él ¡Es peligroso!.

Rin nuevamente estaba siendo un hipócrita, reclamándole esto y aquello a su mejor amigo, cuando era él quien se moría por el novio de su hermana, que también era peligroso.

Pero precisamente por eso era que no iba a aceptar que Haru estuviera con él, ya había entregado a su hermana, pero a Haru no, a él no.

—Es mi vida, Rin— sentenció el pelinegro— No la tuya — la frialdad de sus palabras, hirieron al pelirrojo.

Si por supuesto que es su vida, pero aun así, Rin no se rendiría tan fácil.

—¡Vete!— le gritó a Makoto — ¡Fuera de mi maldita casa! No te quiero cerca de Haru... Destruirás su vida— Rin agarró a Makoto por el brazo dispuesto a sacarlo del departamento.

A medio camino de la salida Haruka se lo impidió.

—¡Esta también es mi casa!— Rin retrocedió ante el tono furioso de su mejor amigo, nunca había visto a Nanase Haruka tan molesto.

El castaño puso una mano en el hombro del pelinegro, y negó. Rin notó que el semblante de Haru ante él, se suavizo de inmediato.

—Es mejor que me vaya...— Makoto le sonrió amable al menor.

—Pero aun sigue lloviendo... — Quiso replicar este.

—No te preocupes por eso, Haruka — el castaño acarició la mejilla del pelinegro. Rin quiso matarlo ¿Se estaba burlando de él? No le dijo que se mantuviera lejos de Haru.