Esta vez si que he tardado bastante en actualizar, estaba algo full. Pero ya con algo de libertad me tome un momento para ponerme al día.
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A pesar que era de día, en el galpón en el que se encontraba Kisumi no entraba ni un poco de luz solar, solo estaba encendida una opaca bombilla que a duras penas iluminaba el lugar.
Normalmente esos negocios se hacían en las sombras de la noche, esta vez el negociante lo había preferido a esa hora, así sus benefactores no sospecharían nada.
El pelirrosa tenía unos diez minutos dentro del lugar, se mostró él solo, pero sus flancos eran cubiertos por sus hábiles subordinados, el Mikoshiba mayor estaba a un paso de él, en las sombras, si algo iba mal, el hombre de cabellera naranja acabaría con todos los peligros que pudieran atentar contra la vida de su jefe.
—Se que estas ahí, sal de una vez— hablo Kisumi con calma en su voz.
En el lugar resonó una risa haciendo eco, en el desierto lugar.
—No creí que fueras tan impaciente, Shigino Kisumi— canturreo el hombre que estaba en sus treinta años, cabello negro, y piel morena.
Tenia una par de argollas de oro en su oreja derecha— Podemos hablar un rato, quizás beber algo.
—No tengo tanto tiempo libre, al grano— el tono empleado por el pelirrosa eran calmo pero contundente.
—Sin rodeos ¿eh?— el moreno sonrió burlón — ¿Trajiste lo que pedí?— interrogado el hombre.
Seijuurou dejo caer un par de maleta repletas con de dinero, el hombre se acercó a las maletas y las inspeccionó, silbo en señal de aprobación.
—Es bastante, si. Aunque...— el hombre se mostró pensativo, haciendo fruncir el ceño de pelirrosa — Podrían ofrecer un poco más...
—Eso es todo lo que daré — sentenció Kisumi.
—Hay muchos interesados en esta ruta ¿sabes?— sonrió el hombre con burla.
—Hay muchos que han terminado en el mar por no cumplir su palabra ¿sabes?— intervino el Mikoshiba, el hombre dejo escapar una carcajada.
—Muy divertido tu chico— el hombre se inclinó para cerrar la maleta— Tienes suerte que me vaya del país, si ellos se enteran que te vendí esa ruta, estaría muerto.
—Fue tu decisión correr el riesgo — comentó Kisumi con fastidio, esa negociación se había tornado tediosa— Quiero mi parte — exigió el pelirrosa.
—Eres un chico muy impaciente — volvió a repetir el hombre.
Harto ya de la actitud del hombre, Mikoshiba se acercó y apretó su hombro con demasiada fuerza.
—Ya mi señor esta harto de tus juegos, terminemos de una vez por todas y lárgate con tu maldito dinero, viejo de mierda— ladró Seijuurou, el hombre se sacudió la mano de este, como si la cosa más asquerosa del mundo lo hubiera tocado.
—Dile a tu chico que se aleje, ni con todo su sueldo podría pagar el traje que estoy usando— musitó el hombre con desprecio.
—Seijuurou — le llamo Kisumi, y el Mikoshiba volvió a su lado.
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Mi amado yakuza [Makoharu-Sourin]
Fanfiction«Haruka Nanase un estudiante universitario común, corriente y pacífico hasta que por ayudar a su mejor amigo, que era todo lo contrario a él, ambos se vieron envueltos en una situación que nunca debieron siquiera haber visto... Unos ojos verdes fue...