Mi amado yakuza [Makoharu-Sourin]

Capítulo 11: Película y besos.

¡Hi! Minna-san sin más que decir les dejo que disfruten del nuevo cap, espero sus quejas y/o sugerencias en los rewiens.

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Rin estaba dando una limpieza exhaustiva a su departamento, por su depresión había descuidado el orden de su casa.

Ese día salio de clases mas temprano que su amigo, había restando unos Dvd's de terror para su noche de películas.

Estaba entusiasmado hace tiempo que lo no hacían, incluso se sintió tentado a invitar a Gou, pero luego desistió, seguro ella tenia que llegar y atender a su prometido. Ese pensamiento le dejó un sabor amargo.

Rin escucho vibrar su smartphone en la mesita de la sala de estar y se acercó a revisar.

“Te recojo en media hora.
Aún me debes ese café... "

Por alguna razón Rin sonrió de oreja a oreja, al leer la pantalla. Era un número desconocido, pero el sabía de quien se trataba.

“Media hora..." pensó, y salió corriendo a la ducha.

Al salir Rin no se tardo mucho en escoger que vestir, su armario estaba organizado por: ropa de universidad, de playa, de fiesta, casuales y formales.

«Maniático del control» le había dicho Haru cuando descubrió si sistema de ordenamiento para su guardarropa.

Además que tenía la confianza de decir que: Toda esa ropa le quedaba de pelos.

Vestido con un blazer negro,  camiseta manga larga blanca, bufanda gris enrollada en el cuello, y unas botas modernas de color negro. Rin bajó a esperar su cita, faltaban unos cinco minutos.

No tardo en hacer presencia el pelinegro, bajando de un camaro negro que a Rin le sonaba de algo, tenía mas o menos una idea de quien era el conductor, pero no protestaría porque él estaba apuntó de embarcar a su mejor amigo.

Se sintió algo culpable al ver todas la golosinas que Haruka había comprado, el pelinegro lo miró con el ceño fruncido como de costumbre.

—¿A donde vas?— exigió saber.

—Perdón, Haru. Perdón — rogó Rin con sus manos pegadas en su frente, él de verdad quería una noche de películas, pero también quería esa cita. Y ya que Haru tenía compañía podría aprovecharla. Rin solo cedería esta vez.

— Surgió algo importante... — el pelirrojo no pudo evitar sonrojarse y desviar la mirada, Haruka le conocía muy bien, como para saber que tenia una cita, este ultimo suspiro resignado.

—Has lo que quieras — dijo Haru con  indiferencia.

Se escuchó el ronroneo de un motor, y ambos chicos se giraron a ver para encontrarse con un lujoso Ferrari negro, último modelo, casi se les cae la mandíbula a ambos.

—Estos son míos — mientras Haru seguía embelesado con el Ferrari, Rin aprovechó para sacar su golosina favorita de las bolsas de su mejor amigo, Pocky y salio corriendo al Ferrari — Nos vemos, Haru. Perdón— se disculpó con su mejor amigo por ultima vez para adentrarse en el lujoso auto.