La vida por delante (Nathan Sykes, The Wanted)

pCapítulo 14

Capítulo 14

Luego de aquella vergonzosa escena entramos al hotel, Nathan se sacó la gorra y los de seguridad nos acompañaron a el cuarto de Nathan, le preguntaron a él si yo me iva a quedar y Nathan les contestó que sí,  que yo era unanprincesa perdida.

Ante aquellas palabras el guardia sonrió al igual que yo que le dediqué una sonrisa mientras me ponía nerviosa y colorada.

Entramos a la habitación, y pude notar que estaba super ordenada y que estaba decorada de una forma impresionante,  un olor a Nathan Sykes te azotaba al entrar, ojalá algún día puedan oler ese olor al igual que yo lo hice.

(Comienza a sonar She still be loved de Maroon 5)

- ¿Te gusta?

- ¡Es hermosa Nathan!

- Como tú Marian

- No es necesario que me digas ese tipo de mentiras todo el tiempo, ya sé que no lo soy

- Sí lo eres, no necesito fingir ser alguien que no soy para decírtelo, cualquiera podría decirlo

- Bueno, gracias Nathan, es que es medio raro para mí que mi idolo me diga que le paresco linda

-No me pareces linda, me pareces hermosa, no se por qué te escondes tanto, que no te importe lo que digan los demás de ti

- Para ti es facil decir eso, tu sí eres hermoso, lo tienes todo Nathan, pero en cambio yo, soy solo yo, y no tengo fans que me recuerden todos los días lo hermosa que ellas piensan que me veo o que soy, no soy como tu Nathan

- Tu no necesitas ninguna fan para saber que eres hermosa, lo eres simplemente y cualquiera podría decirtelo, encerio Marian y si tanto dices que te importo, entonces hazme caso, hazle caso a mis palabras, a mis sentimientos

No me pude contener y simplemente estaban revalsando mis sentimientos asique comencé a llorar y Nathan me abrazó,  yo lo abracé con más fuerza y luego no lo podía crer pero... lo besé

Creo que nunca antes había tenido tantas ganas de besar a alguien, mucho menos pensé que iva a terminar teniendo ganas de besar a mi ídolo y poder hacerlo, sus perfectos labios estaban frente a mí...

Era como un llamado, ellos me decían ¡Devoranos! y así fue, los devoré. Lentamente comencé a besarlos y podía notar como Nathan sonreía mientras yo lo besaba.

- ¿Marian?

- Emm... ¿Qué pasó Nathan?

- No había visto este lado de ti antes

- Emm... Tal vez no debí besarte

- ¿¡¿¡Que!?!? Por mí hazlo todo el día,  no dudes

Me quedé mirandolo por unos segundos y luego caí en la realidad, sabía que esto se iva a terminar en cualquier momento y que era mejor cortarlo desde un principio antes de sufrir demasiado más adelante.

- Nathan... No creo que pueda, encerio te amé y amo desde siempre pero se que nos vamos a terminar separando y tú vas a terminar olvidándome

- ¿Por qué crees eso? ¿Ya te lo a hecho otro ídolo?

- ¿Qué? No, tu heres mi único ídolo y tengo miedo de que lo hagas, odio las despedidas

- Yo igual

- ¿Entonces?

Nathan caminó unos pasos dejándome atrás y se recostó en la cama.

- Entonces no nos separemos, sigamos juntos, para siempre

- Tú lo haces tan facil, ni siquiera me conoces

- Tu sonrisa lo dice todo

- Creeme, mi sonrisa hay muchas cosas que no cuenta

- Entonces, si tu dices que no nos conocemos...

Yo lo interrumpi

- Tu no me conoces, pero yo sí te conosco a ti y creeme que más de lo que tu me conoces

- Marian estás empezando a asustarme

- Jajaja Nathan es chiste, pero yo sí te conosco

- Bueno, entonces quédate aquí toda la noche y te conocere mejor

- Me imagino tus intenciones Nathan Sykes

- ¡No! No pienses eso Marian aunque no te voy a negar que me gustaría hacerlo, pero pasemos la noche charlando, así te conosco mejor y tal vez podamos seguir adelante

- Bueno

En mi interior sentía que mi corazón dejaba de latir de la emoción,  no parecía real todo lo que estaba pasando, pero sí,  lo era, me iva a quedar a dormir con Nathan Sykes.

El apagó algunas luces dejando una vista tenue y nos recostamos en la cama, había cerrado la puerta con llave, según el, para que no me pase nada, lo cuál me hacía sentir felicidad.

Fueron pasando las horas y cuando menos lo supimos, nos quedamos dormidos. Así fue mi primera noche con Nathan Sykes, una maravilla.

Al cabo de unas horas no sé por qué mis ojos se abrieron y pude ver como Nathan dormía,  lo estaba contemplando, el me tenía agarrada de la cintura como para que no me valla, yo me sentía segura y así pasé el resto de la noche...

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¡¡Prisoners!!

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