Capítulo 20
Al otro día me desperté con un olor suculento de jugo fresco, me daba pereza abriri los ojos asique pensé en quedarme durmiendo un rato más, pero me dí cuenta de que Nathan no estaba en la cama.
- ¿Nathan?
Nadie contestó.
Al levantarme pude notar de dónde venía el olor a jugo fresco, me dirigí a la parte de la cocina y descubrí un hermoso desayuno compeleto con un gran ramo de flores en el medio y una nota que decia...
" Princesa tuve que ir a hacer algo con los chicos, eres hermosa cuando duermes, nos vemos luego, quédate en la abitacion, Nathan"
No sabía que hacer en el sentido de que tendría que estar encerrada en la abitación hasta que Nathan regrese asique decidí volver a mi hotel, donde seguramente mi padre ya se había ido.
Tardé más o menos 30 minutos en llegar, lo que había pasado es que no recordaba bien el camino por lo tanto tenía que ir preguntando a quien me encontraba.
La abitación estaba super ordenada, y pude notar que mi padre y Ambar me habían dejado una carta.
*Carta*
Marian:
Queremos decirte con Ambar que estamos muy orgullosos de que estés intentando cumplir tú sueño, ten en cuenta que es una gran preocupación para mí como padre tenerte lejos, pero estoy segura de que tu te sabrás cuidar y que Nathan también lo hará.
Seguramente para cuando leas esto nosotros ya estemos camino a casa, igual no te libras de mi todavía hija, nos mantendremos en contacto y yo te llamaré cada noche para ver cómo va todo, espero no tenerte lejos mucho tiempo.
Besos Papá.
¡Marian! ahora soy Ambar y déjame decirte que encerio eres muy afortunada por lo de Nathan y me sorprende que todavía ningún paparazzi los haya cachado juntos, pero en fin pásalo hermoso, tú te lo mereces.
No te olvides nunca de tu mejor amiga que te va a estar extrañando todo este tiempo.
Te amo y luego hablamos, Ambar.
* Fin de la carta*
No pude parar de pensar en ellos en todo el día, estaba deseando que lleguen bien.
Se vé que me había quedado dormida en el sofá y habían pasado las horas, cuando vi el reloj eran las 20hs y me había olvidadode que había quedado en juntarme con Nathan en su abitacion.
Tomé un abrigo y salí corriendo para poder llegar a el hotel de Nathan pero la noche estaba muy oscura por lo cual se ve que me perdí.
Continué caminando sin rumbo alguno ya que me había perdido con la esperanza de encontrar el hotel cosa que era inutil asique entré a un bar a preguntar.
Había una cantidad de gente impresionante y nadie me escuchaba hasta que un muchacho me tomó por la cintura y me llevó hacia afuera.
- ¿Max? ¿Qué haces aquí?
- Tú ¿Qué haces aquí Marian? Es muy tarde como para que salgas a caminar
- Ya lo sé Max. Dije separándome de él - Es que me e perdido y no puedo encontrar el hotel donde se encuentra Nathan
- Pues yo estoy en el mismo hotel, vamos yo te acompaño, no puedes ir sola
- Bueno gracias Max. Dije abrazándolo y dándole un beso en la mejilla
- De nada hermosa, vamos
No estábamos tan lejos del hotel, tan solo caminamos unas cuadras y ya nos encontrábamos en el, subimos lentamente por el acensor sin decir una palabra y nos dirigimos a la parte de las abitaciones
- Marian, Nathan no va a estar
- ¿Cómo que no va a estar? El me dijo que volvería
- Si, ya lo sé pero está con el resto de los chicos en una reunión
- Si está en una reunión. Dije parándome en el mdio del pasillo - ¿Por qué tu no estas?
- Es complicado no puedo explicarte ahora, vamos a mi abitacion si quieres
- No
- ¿Te quedarás aquí sola en el pasillo?
Me tomó de la mano y me llevó dentro de su abitacion, esta estaba más desordenada que la de Nathan
- Max no seas bruto. Dije soltandolo
El cerró la puerta con llave y se acercó a mi bruscamente
- Lo siento reina de porcelana
Me agarró por la cintura y comenzó a besar mi cuello delicadamente, no sé por qué pero no me pude resistir y mis manos se posaron en su cuello, aquel fuerte cuello que chocaba contra el mío.
- ¡No! Dije separándome de él- Esto no está bien, yo quiero a Nathan
- Vamos Marian ¿Me vas a decir que no quieres estar conmigo?
Me dirigí apresuradamente a la puerta pero me dí cuenta de que esta estaba cerrada.
- ¡Max por favor déjame salir! Dije mientras mis lágrimas comenzaban a brotar de mis ojos.
- No no no, tú no vas a salir
Se acercó a mí nuevamente, tomó mis brazos y los agarró con una de sus manos mientras que la otra se posisionaba en mi abdomen.
- ¡Max! ¡ Por favor sueltame! ¡Me estás lastimando!
El soltó un poco mis manos y pegó su cuerpo al mío.
Yo no podía dejar de llorar, no quería que eso pasara
- ¡Max! ¡Max encerio sueltame!
- ¡Esta bien! Te soltare, pero esto no se termina acá
Eso causó que mi llanto aumentara aún más, y me soltó.
Abrió la puerta que estaba con llave y yo salí corriendo, corrí como nunca antes en mi vida había corrido mientras que las lagrimas no me dejaban ver nada.
Y de repente entre tantas corridas choqué con alguien que me agarró fuerte
- ¡Sueltame! ¡Sueltame! Decia yo aún no pudiendo salir del shock.
- ¡Marian tranquila! ¡Soy yo! ¡Nathan!
Al decir su nombre me tranquilicé y lo abracé posicionando mi cabeza en su pecho mientras el me agarraba.
- Tranquila, todo está bien, cuéntame qué te pasó
Entre las lágrimas y mi respiración agitada apenas podía hablar.
- Max. Murmure yo levemente.
- ¡Ese maldito!
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¡Hola Prisoners! Espero que les esté gustando comenten, voten y sigo.
Pregunta:
¿Ustedes hubieran seguido con Max mientras el las besaba?
Respondan en los comentarios ♡♡♡
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La vida por delante (Nathan Sykes, The Wanted)
Teen FictionPuede que el principio no este tan bueno pero sigan leyendo porque luego comienza la magia