£apítulo 22

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Capítulo 22

Una vez que llegamos al hospital la enfermera nos dijo que esperemos en la sala de espera y que nos llamaría cuando todo sea estable.

- ¿Como qué hasta que todo sea estable? ¿Qué pasó? Preguntó Tom.

- Nada serio, solo hay que esperar a que el pasiente esté estable, por el momento se encuentra en un pequeño estado de coma

La enfermera se retiró de la sala y nos dejo  a todos con cara de insertidumbre. Nos imaginábamos por todo lo que estába pasando Nathan.

- Marian, nosotros con los chicos ahora tenemos una presentacion, no es de malos ni nada de eso, nosotros amamos a Nathan pero, ¿Te podrías quedar tú a cuidarlo esta noche?

- Claro que sí chicos me quedo yo ¿Los veo mañana entonces?

- Si, adios Marian

Todos me saludaron y yo me quedé sola en aquella gigantesca sala de espera. No había ningún signo de vida en ella, todo era tan oscuro, tan aburrido.

Pasaban las horas y ninguna enfermera me venía a avisar nada, los nervios me comían por dentro pero no podía hacer nada porque no sabia dónde quedaba la habitación.

Al cabo de unos minutos una enfermera se acercó a mí y me indicó que ya podía entrar a la habitación en dónde se encontraba Nathan. Al entrar ví cómo su bello cuerpo reposaba divinamente  en aquella simple cama de hospital.

Me acerqué a él lentamente para no despertarlo, tenía una cara hermosa que se mezclaba con todos sus sentimientos y no podía dejar de notar su leve sonrisa mientras yo lo acariciaba lentamente cómo cómo  a un niño.

Creo qué deben haber pasado un par de minutos y luego de eso el despertó. Me miraba asombrado como si nunca antes me hubiera visto y me tomó de la mano

- Perdón marian no quería hacerte esto tengo problemas y creo qué tú ya lo has notado en serio pensé que te perdería cuando te ví con Max

- No importa Nathan pero esa no es razón para que intentes quitarte la vida, yo te quiero a tí y siempre te querré. Dije acercándome a él y besándolo en la mejilla.

- Gracias Marian, la enfermera dijo que mañana ya podré irme de aquí

- Eso es genial Nathan, los chicos tuvieron que ir a una reunión pero no te preocupes porque yo te cuidaré hasta mañana

- Gracias Marian

- No hay de qué

Nathan se encontraba en esa habitación solo por lo cual dudaba que alguien nos molestara, tomé unas sábanas del armario y me armé una mini cama en el sofá que había al otro lado de la cama de Nathan.

- ¿Dormirás allí?

- Si, no parece tan malo después de todo, creo que ya es tarde, deberías dormir y yo igual

- Claro, pienso lo mismo, hasta mañana princesa

Me recosté en el sofá.

- Hasta mañana Nath, te quiero mucho, y me hiciste pegar un buen susto

- Ya lo sé, lo siento

A los pocos segundos nos habíamos quedado dormidos esperando a un nuevo día que estaba por venir.

Narra Nathan:

No sé por qué había llegado a tomar aquella decisión. tan mala, puedo jurar que el ver a Marian con Max en verdad me hizo sentir mal, pero cuando desperté aquí en el hospital y lo primero que ví fue su rostro sonriéndome y diciéndome que todo iba a estar bien me sentí mejor.

Creo que en verdad le importó.

Narra Marian:

No podía creér aquella estúpida desición que Nathan había tomado, casi muero al verlo así, no le dije nada malo en el hospital porque no quería hacer que se sienta peor pero luego charlaré bien con él.

Cuando despertó en el hospital, sentí que me volvía el alma al cuerpo, tenía miedo de perderlo, de no volverlo a ver, pero ahora creo que podré dormir tranquila...

La vida por delante (Nathan Sykes, The Wanted)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora