Capítulo 33
Al abrir mis ojos pude ver que había amanecido hace poco y el sol estaba saliendo, Nathan estaba tratando de entender un mapa de no sabía de dónde era porque no había podido leer, continuábamos en el tren.
Nathan notó que había despertado.
- Buen día princesa. Me besó.
- Buen día Nathan. Me estiré sobre el aciento del tren.
- ¿Cómo dormiste?
- Como si fuera la mejor noche de mi vida ahora dime, ¿De dónde es ese plano?
Ocultó el plano en su bolso y me besó.
- Eso no importa ahora Marian, estamos por llegar.
Nathan tomó mi bolso sacó un peine y comenzó a peinar mi largo cabello, yo me dejé llevar y me di vuelta dandole la espalda para poder peinarme mejor.
- ¡Nath! Gracias. Dije enternecida.
- No hay de qué mi bella princesa, que lindo tienes el cabello
- Gracias Nath, ahora que lo estás peinando se puso feliz
Dejó de peinarme el cabello y me tomó por la cintura, yo cobtinuaba de espaldas, me besó el cuello y me dijo al oído...
- Nunca me dejes
Aquella acción había logrado un gran escalofrío que recorria mi cuerpo entero, asique hice lo mismo que el, me di vuelta viéndolo a la cara y me acerque a su oído.
- Jamáz lo haría Nath
Nos besamos por unos segundo y luego el trén separó lo que causó nuestra separación.
- Es hora de vajar. Dijo Nathan.
El paisaje era totalmente gris, con niebla y una leve lluvia, no podía distinguir que lugar era y mi novio tampoco me quería decir.
Estábamos en la estación de trenes y Nath pidió un taxi. El cual paró y él le dijo en secreto al chofer el lugar al cual quería ir.
- Nathan ¿No te parece que es tiempo de decirme a dónde vamos?
- No lo creo, me gusta el suspenso ¿Sabes?
- Ya me dí cuenta de eso Nath, pero tu suspenso está empezando a asustarme, no me quieres decir a dónde vamos ni dónde estamos y supuestamente soy tu novia
- No te preocupes, encerio, no será nada malo, en un rato llegaremos y te darás cuenta de dónde estamos
Al cabo de unos minutos el taxi se detubo, en el camino no había podido ver nada por la niebla, antes de que me pudiera bajar Nathan me tapó los ojos, sentí que le pagó al taxista y luego bajamos, todabía no sabía donde estábamos, eta todo un misterio hasta que destapó mis ojos...
- ¡Londres! ¡Estamos en Londres Nath! ¡Te amo! ¡Gracias!
Lo abracé con todas mis fuerzas era una de las mejores sorpresas que me había dado.
- No hay de que princesa, yo tambien te amo, te mereces esto y mucho más
Lo besé desesperada y lentamente, no sabía como agradecer aquél regalo tan especial.
- Bueno, entremos al hotel
- Claro Nath, pero, ¿Y nuestras cosas? ¿Quedaron en paris?
- No amor, las traje sin que te dieras cuenta
- Eres un completo genio Nath
Entramos al hotel, era divino.
Nos dirigimos a la habitación que nathan había reservado.
- Nathan esto es hermoso
- Tu heres hermosa Marian
(Comienza a zonar Decide you're gonne de soja)
- Marian, quiero pedirte algo más
- ¿Qué Nath?, no me hagas trampa porque en este momento con lo feliz que soy diría que sí a cualquier cosa
- Mi familia quiere conocerte
- ¿Es encerio?
- Si princesa, ¿Quiéres conocerlos?
- ¡Claro que quiero Nath!
Salté a sus brazos y el me tomó de los muslos, luego subió a mi cintura y luego a mi mentón hasta quedarse ahí, la felicidad recorría mi cuerpo.
- Gracias Marian, gracias por todo
- No hay nada que agradecer, gracias a tí Nath que hiciste mis sueños realidad
- ¿Estás cansada?
- Un poco, es que no dormí muy bien en el tren
- Mejor acostémosnos, yo también tengo sueño
- Okey Nath
Nos recostaamos en cucharita en la cama, aquella gigante cama y acolchado que rodeba nuestros sensuales cuerpos y a los pocos minutos nos quedamos dormidos...
Narra Nathan:
Estos días estaban siendo los mejores de mi vida, Marian me hace sentir de una forma extraordinaria, creo que mañana nos espera un gran día, espero mi bella durmiente descance bien esta noche...
________________________________________________________________________
Hola sensuales lectoras y lectores, disculpen que no subí capítulos es que tuve unos problemas, voten y comenten, gracoas a todos por su apollo, los amoo
*-*
ESTÁS LEYENDO
La vida por delante (Nathan Sykes, The Wanted)
Teen FictionPuede que el principio no este tan bueno pero sigan leyendo porque luego comienza la magia