Capítulo 17
Habíamos terminado de charlar y pensar las cosas, la verdad no podía creer a la respuesta que mi padre había llegado, ahora solo tenía que llamar a Nathan.
*Llamada*
- ¡Hola! ¿Nathan?
- Hola Marian, ¿Qué dijo tu padre?
- Necesito que vengas
- Okey, ya voy
*Fin de la llamada*
A los pocos minutos Nathan tocó a la puerta del hotel, yo le abrí con una sonrisa de oreja a oreja.
- Nathan mi padre me ah dejado, pero tiene que hablar contigo
- Claro que sí. Dijo pasando y dirigiendose a donde estaba mi padre.
- Mira chico, yo no te miento con lo de que mi hija vale oro, tu eres la razón de sus sonrisas y no hay nada más en esta vida que yo quiera que hacerla feliz
- Ya lo sé, entonces, ¿Es un sí?
- Es un sí
Todos comenzamos a saltar y gritar como locos pero Ambar se sentia un poco triste porque no había podido conocer a Jay y volvía a casa sola, pero por otro lado estaba feliz por mí.
Al otro día mi padre y Ambar viajaban asique los dejamos organizarse tranquilos.
Nosotros ya teníamos todo organizado, yo iva a continuar teniendo la habitación del hotel y mi papá me dejaba una gran cantidad de plata para las cosas principales.
Volvía camino al hotel de Nathan cuando se detuvo y quedó observándome.
- ¿Te das cuenta no?
- ¿De qué Nathan?
- De que tu padre ah dejado que tú te quedes conmigo
- Si Nathan, pero, ojalá todo fuera tan facil
- Es que es facil, pero tú simplemente no quieres aceptarlo y no se por qué si supuestamente soy tu ídolo
(Comienza a zonar Made de The Wanted)
- No es que yo lo quiera hacer complicado Nathan, pero tú tambien entiendeme, todavía no puedo creer que estoy estableciendo una relación con mi ídolo
Ambos reímos paramos de caminar y nos miramos fijamente
- ¿Eres una nenita de papá?
- ¡Claro que no Nathan!
- No lo sé, jaja solo bromeo
- Tus bromas no siempre son graciosas
- Por fin me dejas de tratar como si fuera lo único en tu vida
- Es que tu eres lo único en mi vida Nathan
Me fui acercando poco a poco a él hasta que nuestras narices se chocaron y a eso le siguieron nuestros labios, los de él eran tan dulces, tan perfectos, nuestros ojos se cerraron con completa coordinación mientras sus caricias rodeaban mi cintura.
Se sentía bien el poder besar a Nathan Sykes, seguramente cualquiera en mi lugar lo ubiera hecho, ¿Quién resistiría no besarlo?
Nathan se separó y me miró con alegría.
- Gracias por eso Marian
- Gracias a ti Nathan
- No hay de qué princesa, ahora vamos al hotel hay algo que necesoto hacer, tapate los ojos
- ¿Para qué Nathan?
- Solo hazlo, bueno, lo haré yo
Se acercó aún mas a mí y posó sus delicadas manos en mis ojos mientras me empujaba lentamente hacia adelante, pude notar como subíamos por el ascensor y yo aún tenía los ojos tapados por sus hermozas manos.
- Ya llegamos
- ¿A dónde Nathan?
Destapó mis ojos y pude ver una hermoza piscina, la cual había visualizado en el ultimo piso la primera vez que había venido al hotel.
Habia una hermosa barra con muchisimos tragos y plantas gigantes que rodeaban los vidrios que mantenían al lugar cerrado.
- ¡Es hermoso Nathan!
- Como tú, ahora, sacate la ropa y vamos a nadar
- No lo se Nathan, métete tú, yo me quedo aquí. Dije desconfiada.
- ¡No! ¿Qué te hace pensar que nadare solo? ¡Vamos princesa no hay nada de malo! Eres hermoza vamos
Se sacó la remera, había quedado rendida ante aquella jugosa escena, y luego se sacó el pantalón, ahí quede aún más sorprendida.
- Bueno Nathan, vamos a nadar
Se acercó a mí y me dio un dulce beso en la mejilla.
- ¿Quién primero?
-Tu Nathan
El me agarró, me levantó y me tiro al agua.
- ¡Nathan!
- ¿A caso dijiste mi nombre?
- ¡Claro que sí, y no lo dije en buen sentido dejame decirte, ven ayudame, dame una mano!
Cuando me dio la mano yo lo agarré fuerte de ella y lo tiré a la pileta conmigo.
- ¡Tu eres una tramposa Marian!
- ¡Tu empesaste primero Nathan!
Y luego, sin pensarlo dos veces, lo volví a besar, cosa que se ve que a él gustó porque sonrió cuando lo hice
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La vida por delante (Nathan Sykes, The Wanted)
Teen FictionPuede que el principio no este tan bueno pero sigan leyendo porque luego comienza la magia