Capítulo 27
(Cominza a zonar Midnight city)
Tenía frío y no sabia donde estaba, parecía drogada, sentía que alguien me había hecho algo como para dejarme en ese estado, el piso estaba frío y húmedo.
- ¿Hola?
- Hola reina
Pude reconocer enseguida que aquella voz era la de Max, ¿Por qué continuaba haciéndome esto?
- Max, porfavor, yo no te hice nada, deja de tratarme así
- ¿Así cómo?
- Como a un animal, como si no te importara, yo no meresco esto, tu no me conoces, no sabes nada de mí ni como soy
- No necesito saber nada de tí y tu no necesitas saber nada de mí
Estaba atada, no me podía mover, tenía atadas mis manos y mis piernas por lo cual estaba inmóvil.
- Por favor Max, suéltame, estas sogas me están cortando la circulación
Se acercó a mí y comenzó a besarme de una forma bruta, yo no lo podía esquivar, el era más fuerte que yo y en el suelo no me podía mover mucho.
- ¡Max! ¡Por favor!
Había comenzado a llorar.
- Me gusta escucharte gemir. Dijo alejándose de mí.
- ¡Eres un enfermo Max!
Al decirle eso le pegué un cabezaso cosa que nunca antes había heho en mi vida, pero no fué como en las películas que pegan el cabezaso y siguen bien, no, yo le pegué el cabezaso y casi me desmayo del dolor, pero a él igual le dolió porque lo escuchaba quejarse.
- ¡Zorra no lo toques! Dijo una voz chillona desde unas escaleras.
- ¿Ariana?
- Si, soy Ariana, ¿Algún problema? Dijo mientras se acercaba a Max y lo besaba.
- ¡Me dan asco! ¡Dejenme en paz!
-Nunca. contestó Max.
Luego de eso se fueron a otra habitación pero yo aún los escuchaba, Ariana se iba a ir de vuelta a su casa en New York y le dijo a Max que se encargue de mí.
- Adiós novia de Nathan. Dijo Ariana mientras se perdía en la penumbra que había a la salida de la habitación.
- ¿Quieres charlar?
- No Max, no quiero charlar, quiero que me sueltes
- ¿Te paresco un mal chico?
- ¡Eres un mal chico Max! Mira lo que me estas haciendo ¿Cuanto tiempo tienes pensado dejarme así?
- No lo sé, no sé por qué soy así, no llores reina, la vida siempre es dura, no siempre se consigue lo que se quiere, y no siempre se tiene lo que se debe, aprendí que la vida de todo lo malo algo bueno te dá y estamos tan segados por la oscuridad que no lo podemos ver ni agradecer, siento que cada vez que intento hacer las cosas bien, algo sale mal y se arruinan las cosas e nuevo, siempre se arruinan y vuelvo a quedar como antes
- Max ¿Estás bien?
- Si Marian déjalo no importa
- ¿Qué acaso eres bipolar?
Max rió.
- ¿Bipolar yo? No Marian
- Porfavor déjame ir
- Ya dije que nó
- ¿Y Nathan?
- Nathan está bien, no tenpreocupes por él, sería mejor que te preocupes por ti misma
- ¿Qué piensas hacerme Max? ¡Porfavor! ¡Déjame ir! ¿Qué quieres?
- Te quiero a tí
Se hacercó a mí y me quitó la remera dejándola hecha pedazos.
- ¡Max! ¡Suéltame!
Las lágrimas habían comenzado a brotar de nuevo.
- No te soltaré
Me pegó a él de una forma violenta, pero a la vez deseosa
- Max, no empieces con esto, no quiero cobtinuar. Dije tratando de separarme de él pero no pudiéndolo lograr.
- No quiero que te separes
- ¡Porfavor Max! Tu no me gustas, esto es una locura
Me levantó del suelo y me dió vuelta, comenzó a rozar su boca contra mi cuello haciéndone retorcer de los escalofríos que me causaba y luego lo que menos esperaba sucedió...
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La vida por delante (Nathan Sykes, The Wanted)
Teen FictionPuede que el principio no este tan bueno pero sigan leyendo porque luego comienza la magia