☯ JUMP ☯ (Larry Stylinson)

Capítulo 20 "Muérdeme los labios"

-Nunca te he visto tan enamorado – comentó Harry cuando se subieron al auto, tomaron la carretera de la costa este.

La música estabilizó el ambiente de adrenalina y placer culposo. Louis apretó la mano que tenía puesta en el volante con tanta fuerza que era de sorprenderse que no se rompiera.

-¿Lo dices por lo que viste? ¿Entre mi novia y yo? – apartó la vista del frente para mirarlo, con la cabeza en dirección hacia sus piernas, inseguro y sin ganas de querer escuchar la respuesta.

Louis apartó la mano de la palanca, para atrapar la mano de Harry sobre la suya, entrelazo sus dedos con los de él, fue tan cálido y lo hizo girarse hacia él.

-No, tienes que hacer esto – respondió Harry.

-¿Por qué no? Me gustan tus dedos –

-¿Solo mis dedos? – le preguntó él, arrepintiéndose por preguntar.

-No – soltó con una risita – ¿Te acuerdas cuando me preguntaste que si tu eras importante para mí? – replicó él en un tono suave.

-Si –

-Pues esa pregunta, es igual a la que me acabas de hacer ahora, no te lo puedo decir – contestó.

-¿Sabes? En conclusión si soy importante para ti o si solo te gustan mis dedos, si así lo fuera jamás me lo vas a decir ¿verdad? – preguntó Harry acariciando sus dedos con la mano entrelazada.

-Así es Harry – contestó Louis.

Harry sacudió la cabeza, agitando sus rizos sueltos para ocultar una mueca de disgusto, el olor del shampoo de Harry impregnó todo el auto, Louis amo eso.

No volvió a preguntar nada, pues no tenía nada para decir y la música era buena.

Cualquier vecino de Harry que hubiera presenciado al auto de color rojo entrar por la calle, no hubiera notado el fugaz escape de dos amantes, no. Para ellos, solo era un auto más. De pronto, apareció la entrada de su casa, le indico a Louis por donde y en qué lugar estacionarse.

En algunas citas, Harry había conocido a hombres que le abrieron la puerta, en otras ocasiones, él era quien lo hacía por educación pero con Louis todo fue diferente.

Quería que saliera, le abriera la puerta y lo ayudará a salir.

Lo quería ¡en serio! pero no.

-¿Y tu maleta? – le preguntó Louis cuando bajó del auto esperando que Harry abriera la puerta.

Al final, el menor lo hizo, tomó su maleta entre sus manos y salió del auto sin ayuda.

La casa de Harry era elegante y bonita. De tres pisos, con capacidad para cuatro autos en la cochera, contó Louis. Visualizó una cuatrimoto, un todoterreno y una camioneta, la anterior, la había visto la primera vez que vio a Harry en el estacionamiento de la escuela.

Harry abrió la puerta con tres candados, mirándolo con tanta seguridad en sí mismo que dejó a Louis sin palabras. Poco después, las maletas las dejaron en la amplia sala, luego se dejó caer en uno de los asientos de piel.

-¿Qué vamos a hacer? – preguntó Louis.

-No creo que jugar fútbol ¿verdad? – Harry estaba de pie, dejando una panorámica completa a Louis de lo que era él. Más que su esencia, su cuerpo. Louis lo escaneo de arriba y abajo.

-Quiero enseñarte mi habitación – dijo Harry.

Louis se quedó sin aliento, los dos caminaron por las escaleras, justo en el último escalón, se dirigieron hacia la siguiente puerta, Louis contó cuatro habitaciones pero eso era lo que menos le importaba.