☯ JUMP ☯ (Larry Stylinson)

Capítulo 34 "El otro y yo"

-Paso por ti mañana a las ocho – Le dijo para luego darle un tibio beso antes de irse, metió segunda y cuando no logró visualizarlo en la esquina dio media vuelta para entrar a su casa.

Los labios le dolían y el corazón también, quitó el primer candado y enseguida los otros dos, la casa estaba fría así que en cuanto entró, encendió la calefacción. Se sentó en el cómodo sofá mientras encendía el televisor.

Unos pasos de tacón fuerte sonaron detrás del cuándo estuvo cercas mecánicamente volteo con el corazón contraído.

-Pensé que llegarías hasta la cena... - La mujer guardó silencio de repente, no era su esposo, si no su hijo, el mayor. Harry tenía sus mismos ojos verdes, tenía mucho tiempo sin hablar con ella y mucho más sin verla. Aunque tuviera muchas ganas de abrazarla con todas sus fuerzas tenía que tragártelas.

-Mamá – apenas y se escuchó, en forma de saludo.

-Harold ¿Ya comiste? ¿Tienes hambre? – Harry por poco sonrió.

-No, estoy bien mamá – le dijo tranquilizandose.

-¿Y qué tal el NIUPI? ¿Te tratan bien? ¿Te gusta? – pregunto de nuevo pero aun conservara el frío en sus palabras aunque sus ojos decían otra cosa. Como si la imagen de su hijo homosexual con su mejor amigo en la habitación hace meses atrás estuviera presente siempre en sus mente, todos los días.

-Está bien – solo se escuchaba el volumen mínimo de la televisión en un lugar cualquiera de cocina. -¿Y Emma? – pregunto antes de que se hiciera más largo el silencio incómodo.

-Oh ha estado cuidando al abuelo, hace unas horas fui a llevarla al aeropuerto – camino hasta la cocina haciendo dos tazas de café grandes para luego volver en ellas y darle una a Harry – tres de azúcar – tomó asiento a su lado y subió un poco al televisor.

Harry podía ver la televisión con su mamá pero solo era pérdida de tiempo, tenía muchas cosas para decirle mucho más importantes que hacer un pay de limón.

-Tengo novio – soltó el aire.

La señora no dejó de observar con interés el televisor como si no hubiera escuchado nada, el programa de cocina se fue a comerciales, tampoco apartó la vista.

-Lo quiero demasiado a un jugador de fútbol que... -

-Harold – su tono de voz le interrumpió en todos los sentidos.

-Tienes que saber que no cambie y no quiero hacerlo, esté o no el NIUPI. – le hablo claro, con miedo pero entendible.

-¡SE LO DIJE A TU PADRE! – dejó la taza de café a un lado y apagó el televisor levantándose – Vas a respetar esta casa, te amo hijo pero no puedo, no puedo, intento pero no... ve a cenar estás muy delgado – con paso firme subió las escaleras de la casa, dejándolo solo. Harry no ceno.

Fue a su habitación para buscar unos números antes de soltar un suspiro. Poco a poco sus mejillas se fueron mojando por las lágrimas que se desprendían de sus ojos. Llamó a la única persona que necesitaba escuchar para darse cuenta que estaba en lo correcto. Que no se arrepentía de nada y que deseaba escuchar su voz aunque sea por un auricular.

xX

Regresó a su casa, dejó el auto aparcado en la vereda, su casa estaba situada en zona residencial para trabajadores de la marina, todo era orden y estaba perfectamente limpio.

-Estoy en casa ¿mamá? – pregunto cerrando la puerta detrás de sí.

-¿Mamá? – la volvió a llamar un poco más fuerte.

-¡Sorpresa! – se escuchó venir desde la cocina, miró en la gran mesa de doce sillas un pastel muy grande y alrededor personas importantes con una sonrisa que se alegraba de verlo.