3. LA NOVIA REBELDE DEL DEMONIO. (Evil 3)

Indagando en el pasado

CAPÍTULO 18

Estaba a mitad del despacho de Klaus, esperando a que su adorado abuelo le pusiera atención pero al contrario parecía ignorarlo de una manera estupenda.

Carraspeo para llamar la atención pero Klaus estaba muy concentrado en unos papeles, bien, se sentía vil y cruelmente ignorado y eso no le gustaba, en lo absoluto, odiaba sentirse ignorado.

Necesitaba tener la mente ocupada para no pensar en Helena, en lo que sabía, en ¿que estaría haciendo? Moría por saber que estaba haciendo y con quién estaba, la sola idea de verla con otro le hervía, ella era suya, suya, bueno, eran amantes por lo tanto era suya ¿no?

— ¿puedes tan siquiera darme unos maldito segundos de tu tiempo? –rugió molesto. Se pasó la mano por el cabello enredado y lleno de sangre– necesito saber algo.

No hubo respuesta, bien. Al parecer Klaus estaba enojado por algo, era la única forma de que estuviera así, no es que su abuelo fuera pera en dulce, no... Klaus era el ser más misterioso, silencioso y cruel del maldito mundo, y quizás, bueno, sólo quizás.

— ¿hay archivos sobre la llegada de Khaled al infierno? –tenía que haber algo registrado– necesito saber que paso en su llegado y lo que ocurrió en esos años.

Klaus alzo la cabeza hacia él, cuadró lo hombro mientras se enfrentaba a esos ojos de color azul eléctrico. El cabello negro le caí como cascada por la espalda y sus hombros, Hex casi no veía así a Klaus al menos que estuviera alterado o quizás molesto o no sabía.

— ¿que quieres saber? –fueron las primeras palabras que dijo Klaus después media hora–

¿Porqué salvaste a helena? Eso lo quería saber pero no era el momento para hacer esa pregunta, y sabía que Klaus no respondería.

— todo, quiero saber el inicio desde que ustedes llegaron –digo– para saber de Halk, parece ser que el maldito tiene algo contra nosotros.

— Lo encontrarás en la biblioteca de tu padre, no hay nada muy relevante –Klaus parecía indiferente ante la amenaza que suponía Halk–

— ¿sabes que el maldito es un Alarium ? –deseaba matarlo más que a nada al maldito bastardo–

— Si

— ¿no pensabas decírmelo? –gruño molesto, como odiaba que le guardarán información–

— no significa nada, tu eres un Alarium Hex –Klaus lo miraba seriamente–

¿Qué el era que? Parpadeo un par de veces hasta que logró volver a la normalidad.

— No estoy para bromas –gruño molesto– hablo en serio....

— ¿qué te hace creer que miento? –Klaus se cruzo de brazos– ¿acabas de decirme mentiroso?

— No puedo ser un Alarium 

— Lo eres, tu padre sigue siendo un ángel, tu madre es un demonio —cada maldita palabra la decía con tanta tranquilidad y el estaba como una maldita mujer en sus días terroríficos– cuando dejas que la sed de sangre te inunde tus ojos se vuelven amarillo con rojos, manipulaste a Desiree con su madre, Hex. Ningún demonio normal puede hacerlo ni un ángel.

— Bueno, tu puedes y eso que eres un ángel –mascullo– reviviste a Helena.

Su abuelo ni parpadeo ni se inmuto, odiaba la frialdad que podía transmitir Klaus porque lo había sentir vulnerable y débil. Apretó los puños con fuerza.

— cuestiones de eslabones –respondió Klaus– ¿al caso importa?

— Si, tu me haces realizar este trabajo y ¡mierda! ahora entiendo porque helena no envejece...

— ella hizo un trato conmigo, le salvaba la vida al humano que ella amaba y ella me servía como espía –le digo Klaus y se sorprendió de que le explicará cuando nunca explicaba nada a nadie– ese fue el trato, le permitía ver a su familia pero ellos no deberían saber de ella, los humanos son confusos con sus sentimientos, el esposo de helena como es normal en los humanos se fue con otra y mato a la familia de Helena y como sabrás los humanos son débiles por     Naturaleza.

— ella se suicidó –susurro él– tu la regresaste a la vida y le borraste la memoria, ¿porqué?

— no serie buena espía para mis propósitos –Klaus tomo un sorbo de su copa de vino– ¿contentó? Ahora....

Klaus no término de hablar porque Kai apareció en mitad de la estancia con bolita junior que jugaba con el collar de bolas de ónix.

¿Desde cuando bolita junior lo engañaba con Kai? Oye, el tenía derecho sobre ella, ¡Era suya!

Bolita revoloteó contenta al ver a Klaus y le lanzó los brazos, nunca había visto a su abuelo cargar a bolita junior.

Klaus cargo a bolita, él se quedo con la boca abierta. ¿Se había perdido de algo? Vio a bolita jugar con el arete de calavera de Klaus.

— lo otros acabaron rotos –dijo Klaus a bolita– tu padre tendrá que pagarlos. 

Hex vio como bolita sonreía mostrándole unas hermosas encías rojas por que pronto le saldrían los dientes.  

— me voy, estaré en la biblioteca buscando información y si sabes algo de Halk me lo dices –se ajusto la chaqueta–  dime una cosa antes, ¿eres más que un simple ángel caído?

Klaus lo miro, vio unos ojos azules fragmentados con rojo, el cabello se volvía de un blanco plateado.

— soy un arcángel caído. 

¿Hoy era el día de dejar sorprendió a Hex? Un arcángel caído, eso significaba que Klaus era un ser fuerte, poseía la maldad de un demonio y la fuerza de un arcángel.

— y si tu puedes matar a Halk ¿porqué no lo haces? Me ahorras trabajo...

— Para eso estas tu.

— oh si, ya... –- Hex le encanta matar así de sencillo– iré a quejarme con Mariketa.

— vete ya Hex.

La puerta del despacho se abrió precipitadamente, un demonio karonte en toda su gloria de demonio entraba agitadamente, sólo tenía un taparrabos que cubría su sexo.

— Amo, acaban de llevarse al joven Vlad.... No pudimos llegar a ellas...

Apretó los puños y le pregunto al demonio.

— ¿ellas? ¿Quienes son?

El macho parpadeo y se inclino ante él por respeto.

— Las antiguas generales del ejército demoniaco –la voz de karonte era baja – Jess kroslov y Alaxiel Lenour.

¿Alaxiel estaba siendo manipula? Maldito, salió corriendo de ahí, al salir helena venía corriendo algo herida. Los dos se quedo en a mitad del camino.

— ¿Hex?....

— mueve el culo enana, tenemos que partir culos –le digo algo tensó–

— ah...bien.

— ¡Hex!

Se detuve al escuchar a Kai gritarle.

— No hagas caso de sus palabras.

Vio que Kai tenía un papel en la mano izquierda y lo apretaba, estaba pálida.

— tranquila, tendrás Hex para más tiempo –le guiño un ojo y de ahí se fue corriendo– vamos enana.

— idiota –replico helena—