3. LA NOVIA REBELDE DEL DEMONIO. (Evil 3)

Se siente bien hacer esto.

CAPÍTULO 20

Se sentía bien estar en los fuertes brazos de Hex, la hacia sentir tan femenina, el revoloteo de su estómago le decía que era más que una simple sensación.

Apoyó su cabeza en el hombro de Hex mientras caminaban por el pasillo del primer castillo, no había ningún skell o Packan rondando por los lujosos pasillos. Le estaba gustando estar así con Hex, su corazón latía como un loco y se derretía cuando él hacia gestos muy detallistas con ella. Estaba enamorada de él, de Hex y no podía evitarlo.

Él la sostuvo con una mano mientras abría la puerta, se dio cuenta nada más entrar que está era la habitación de Hex, todo parecía muy básico, nada extravagante quizás la típica habitación lujoso pero no había ningún detalle de Hex que la hiciera más cálida la estancia.

Hex la dejo con cuidado en la gran y enorme cama que estaba súper deliciosa, se hundía en ella y ¡joder! Le encantaba.

— No muevas mucho la cabeza, puedes marearte –escucho que le indicaba Hex–

La puerta del cuarto de Hex se abría, Lirrazt traía consigo una bandeja con pañuelos y agua caliente, estaba un poco pálido pero no se veía mal.

— Aquí está lo que me pediste, idiota –insulto Lirrazt– ¿tengo cara de sirviente?

Hex le sacaba les dedo corazón a Lirrazt y el pelirrojo hacia señas que se lo quebraba y luego se lo comía, vaya hermanos tan más locos.

Hex le limpió la sangre con cuidado, como si no quisiera causarle dolor y eso no le gustaba, ella no era un débilucha pero tan poco era fuerte como las dos demonios.

— Puedo hacerlo —gruño molesta y le arrebató el pañuelo húmedo– no estoy tullida.

Lo vio rodar los ojos y dejarla sola en la cama mientras él se iba a buscar algo en el armario.

— no me sana la herida...—susurro viendo los parches de sangre en el pañuelo–

— ¿Con que te heriste? –pregunto Lirrazt desde el sillón de cuero–

— Umm...pues...–¿como decirle que su cuñada fue la que la hirió sin darle drama al asunto?–

— Alaxiel le enterró las uñas en la cabeza cuando la aplastó contra el suelo –dijo Hex sin pizca de andarse por las ramas, ¡maldito!–

Lirrazt asintió y la miro con esos hermosos ojos verdes Esmeralda. A partir de ahora ella era fan de Lirrazt, la número uno, se imagino con su manito del número uno gritando el nombre de Lirrazt oh joder estaba ya loca.

— Las súcubos tienen cierto veneno en las uñas que impide la regeneración de la carne, no podrás curarte a menos de que Klaus lo haga o otro ángel.

Ni de coña le decía a su jefe, no es como si su jefecito fuera pan dulce con miel y el epítome de la bondad. Lo más seguro que su jefecito le castigará o la ignorara como siempre lo hacia.

Se volvía a pasar el trapo por las heridas y gimió de dolor, oh joder si que dolían las putas heridas.

— No entiendo, si Alaxiel es súcubo ¿como puede ser hermana de axiel? –pregunto–

— Evolución, Alaxiel decidió dejar por completo su lado Angel volviéndose un demonio por completo.

Frunció el ceño, ah...¿se podía hacer eso?

— ¿O sea que Alaxiel fue un ángel una vez?

— Si.

— No le queda lo de ángel –susurro enfurruñada–