3. LA NOVIA REBELDE DEL DEMONIO. (Evil 3)

Acciones que cambian

CAPÍTULO 26

Se limpió las lágrimas una ves llego a la casa de Hex, tardo unos segundos para controlar los hipos por el llanto y una ves lista abrió la puerta.

Hex tenía el biberón el cual estaba agitando de arriba abajo mientras Kai arrullaba a Alanna.

Ellos hacían bonita pareja, tenía que admitir eso aunque le doliera, Hex jamás elegiría a una humana para ser su compañera siempre dejaba claro ese punto y el hecho de Hex no estaba dispuesto a enamorarse de nadie.

Alanna giró sus cabecita quizás al sentir su presencia porque le regaló una sonrisa que le derritió el alma y el corazón.

— Holac guapa –digo acercándose– tengo que hablar con tu mami.

Miro a Kai y luego a Hex, tenía que apurarse, la vida de Desiree estaba dependiendo de un hilo.
Les explico todo lo que paso hasta el más mínimo detalle sin cursar se nada.

— Lo haré –sonrió Kai– siento mucho lo que que Halk hizo.

— No tienes porque disculparte por él –gruño Hex– ese maldito bastardo tiene espías en el castillo y voy averiguar quién es.

Ayudo a Kai hacer la maleta de Alanna mientras Hex cuidaba de ella.

— algo ocultas, helena –Kai la detuvo de cerrar las maletas– ¿qué es lo que ocultas?

Se mordió el labio inferior pero no pudo controlar el llanto, se abrazo a Kai para no sometiese sola. 

— Fue mi culpa que le pasara eso a Desiree –digo llorosa– tengo tanto miedo de que no funcione...y lo peor es que me castigaran. 

Pudo sentir la tensión en el cuero de Kai, ella le talló la espalda eso hizo que se sintiera mejor.

— Tranquila, Halk sabía que yo le daría la sangre a Desiree así que tranquila –la suave voz de Kai la tranquilizo un poco– vamos...

Se limpió las lágrimas por segunda ocasión y salieron del cuarto, Alanna estaba dormida en los brazos de Hex. Él al verla alzo una ceja y después dijo.

— ¿estas en esos días difíciles?

— jodete Hex –le gruño irritada y le enseño el dedo medio–

— troll de segunda mano –regresó el insulto–

— impotente –replico ella–

Hex le sonrió de una menta misteriosa.

— No creo que tu coño piense lo mismo de mi pene.

— ¡Hex! –riño Kai– no seas am vulgar.

— Bien, vamos nos.

De un minuto a otro estaban ya en el castillo, se podía sentir la tensión y el ambiente tensó. Apretó sus manos en puños para controlar el miedo.

Caminaron en un silencio algo tensó y frágil, el único ruido era el que hacia Alanna al acomodarse en el portabebé. Parecía un angelito durmiendo, tan inocente y frágil.

Un Tauron les abrió la puerta, Desiree estaba acostada en el mullido sillón tan pálida y unas venas negras como telarañas se esparcían como si tuvieran vida propia.

Darrow estaba de rodillas y sostenía la débil mano de sus esposa y se dio cuenta que el hermano de Hex tenía lágrimas retenidas que no dejaba salir.

— Tienes que ser fuerte –la voz de Darrow era temblorosa– No puedes dejarme, ¿sabrás que sin ti me muero? Hazlo por nuestras hijas y por mi..