Quiero matarlo

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CAPÍTULO 4

Esto no era como unas vacaciones en Cancún o en bora bora, nada más lejos de la realidad.

Suspendida en el aire, amarrada de pies y manos sobre el techo con la espalda en carne viva y la sangre parecía nunca parar de las heridas así es como se encontraba ella, Helena quería gritar e insultar a esos demonios por tal injusticia pero ¿que ganaría? Nada, así es como son lo demonios y ella dio su alma a uno a cambio de salvar a la de su prometido el cual le regresó el favor largando con otra.

Tres días tenía que estar ahí, sufriendo castigos por culpa del inmaduro, mimado, idiota e imbécil de Hex. Cuando saliera de ahí lo mataría, le quitaría esas joyas familiares de las cuales presumía como un puto golfo.

Lo odiaba, hacia su vida miserable más de lo que ya estaba y lo peor es que su jefe le estaba haciendo trabajar con él, cada segundo que estaba a su lado quería apuñalarlo muy lentamente y reír sobre su cadáver.

La puerta del cuarto de castigos se abría dejando ver a un Molstan en su forma original, gran cuerpo músculos más de dos metros de alto y quizás unas doscientas libras de puros músculos, ojos rasgados la iris de color amarillo chillón y unos enormes cuernos adornando cada costado de la cabeza. El Molstan tenía a Hex sobre sus hombros, el idiota parecía estar inconsciente, extraño, Hex es coincide raro unos de los denomina más fuertes y difícil de noquear tan fácilmente.

El Molstan dejaba a Hex sobre una mesa metálica debajo de ella, curiosa observo como el demonio encadenada a Hex de pies y manos sobre la mesa metálica, ¿que estaba pasando?

— ¡Hey! Dolor –llamo al Molstan– ¿porqué este idiota está aquí?

El macho la miro dudosamente pero al final suspiro.

— hizo enojar al amo, daño lo que le pertenece al amo –la voz del Molstan era lenta y tranquila como si estuviera aburrido– tendrás un compañero helena.

Vaya, que observador era el cabeza de vaca. Lo último que quería era tener a Hex como compañero de tortura, y más, tenerlo en pocas palabras debajo de ella y no en el sentido sexual.

Las horas pasaban lentas, aburrida y muerta de dolor era así como tenía que estar, la verdad es que la cosa podía ir mejor si su jefecito le quitaba el castigo mientras castigaban al culpable del suyo que en esos momentos estaba despertando.

Unos hermosos ojos azules con motas rojas en el iris la miraron, fueron unos pequeños segundos de estar mirándose hasta que decidió darle la bienvenida.

— Hola cabeza de pene –se burlo, para hacerlo enojar más sonrió– fuiste un niño malcriado Hex...

Un gruñido de animal resonó por todo el cuarto, los ojos de cabeza de pene se volvían rojos sangre; lo vio querer levantarse pero las cadenas se lo impedían.

— Esto no....–mascullaba Hex– ¡demonios!

No pudo evitar soltar una carcajada en sus intentos de liberase.

— están hechas de titanio bañadas en el río de fuego –informo ya que veía como intentaba liberarse– a lo que te deja ahí acostado para el matadero.

— vete a joder a otro, helena –irritación destilaba las palabras de Hex– maldito Klaus...

— vele el lado positivo, no te castraron.

Hex hizo una mueca, ella frunció el ceño y guió su mirada a la entrepierna.

Soltó una carcajada haciendo que las heridas de su espalda se abrieran, no le importo, esto valía la pena.

3. LA NOVIA REBELDE DEL DEMONIO. (Evil 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora