No hay privacidad.

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CAPÍTULO 5

Helena se despertó al escuchar ruido proveniente de la entrada, parpadeo un par de veces para despegar el sueño y así poder concentrase en el visitante.

Dirigió su mirada hacia Hex que dormía plácidamente como si no hubiera un peligro, parecía tan tranquilo y relajado a diferencia a cuando estaba despierto que estaba agresivo y preparado para matar.

Volvió su mirada al visitante que en esos momentos abría la puerta lentamente como si evitara querer hacer tanto ruido. La pequeña bombilla alumbraba la figura femenina con un mediano bulto en la parte del vientre.

Soltó un suspiro, no era Liez para torturarla o otro demonio para castigarla, la que acababa de llegar era Kari, con un ligero vientre hinchado debía de tener como cuatro o cinco meses de gestación.

Traía consigo una bandeja y un juego de llaves, a Hex no le agradaría la cosa, volteó a verlo por segunda vez y seguía dormido. Eso estaba bien, no quería lidiar con su carácter de culo estreñido.

— Hola –susurro Kari– os trague algo de comer y....

Le hizo señas para que guardara silencio, Hex se movía y luego suspiraba, eso fue enternecedor...

¿¡Pero que demonios!? Hex no era tierno, ella no veía a Hex tierno, lo veía como un cara de pene.

— gracias...–agradeció emocionada–

Se moría de hambre, tenía dos días encerrada y con Hex eso era una tortura para ella, las cosas se iban lentas.

Kari la bajo y desabrocho las cadenas, oh santa gloria se sentía tan bien que quería gemir como si fuera un orgasmo total.

— ¿cómo estas? –la mirada curiosa de Kari llego a ella–

— bien...entre lo que cabe... –susurro– ¿cómo llevas el embarazo? Me imagino que no es fácil tener a un pequeño diablillo...

Su sonrisa fue dulce y feliz, la sonrisa de una mujer feliz y enamorada.

— bien, Lia se mueve bastante para su corta gestación –río bajito Kari– adora cuando Hope le toca o Aura le habla.

Hope y Aura son las hijas de Darrow y Desiree, dos hermosas niñas mitad demonio y ángel, con una pequeña parte humana. Son unos amores a diferencia de su frío y duro padre.

Comió las tostadas de mermelada de piña, tres tiras de tocino y un gran vaso de jugo de naranja.

— le pedí a Khaled que te quitara el castigo –dijo Kari– pero eso sólo está en manos de Klaus y...yo no me llevo muy bien con él...

La felicidad se le fue como lluvia de primavera, su adorado jefe no era bien conocido por su clemencia y cuando estaba furioso era de temer, el único quizás capaz de aguantar su ira es su propio hijo, el esposo de Kari.

La puerta se volvió abrir, ahora el visitante era nada más y nada menos que su amo.

Trago en seco y nerviosa, esto no podía ser bueno, nada bueno.

Se veía espectacular, sexo andante en todo los sentidos de la palabra, parecía recién salido de la cama y un buen sexo, traía el largo cabello suelto que le llegaba hasta la cadera, hebras de cabello color azabache enmarcaban su viril rostro aumentando su belleza inmortal, pequeñas hebras y las puntas azules caían sobre su firme abdomen que estaba al descubierto ya que la camisa no estaba abotonada, dios daban ganas de lamerlo todo, un pantalón de cuero negro  ajustado y una botas militares que hacían un juego perfecto.

Aquello ojos azules turquesas parecían dos témpanos de hielo sin ninguna emoción, solos había frialdad y nada.

— Amo.... –susurro muerta de miedo—

3. LA NOVIA REBELDE DEL DEMONIO. (Evil 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora