Revelaciones oscuras

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CAPÍTULO 34

Fue empujada con brusquedad a la celda, choco contra la pared llena de ¿sangre? Quizás, la verdad es que no quería averiguarlo en lo absoluto.

despejó sus manos de la pared, en efecto, era sangre lo que cubría esas paredes mohosas. Maldito bastardo, la había cogido desprevenida cuando estaba tomando se una copa, el muy hijo de puta le había dicho.

— hasta que nos volvemos haber.

No es como si a ella le alegrara verlo otra ves, recorrió la celda y no había nada más que una sucia banca y cadenas colgando de la pared y techo, un escalofrío le recorrió dos cuerpo.

— ¿te gusta su celda? –conocía esa voz, miro al hombre que detestaba–

— no sabes cuánto la adoro –replico hoscamente– ¿debo agradecer tu hospitalidad?

Aquello ojos amarillo la miraron un largo tiempo, se sintió incómoda ante el escrutinio dio dos paso atrás para poner distancia entre ella y el Alarium. 

— has cambiado mucho desde la última vez que nos vimos.

Frunció el ceño, a que se refería Halk, se miraron un largo tiempo hasta que su cabeza punzó en dolor y desvió la mirada.

— disfruta de tu linda estancia, helena.

Lo observo irse, ella suspiro por un momento recordó a Brandon en la mirada de Halk y eso le causo dolor, los recuerdos eran difusos y difuminados, hacia tiempo que había dejo de querer saber más de sus recuerdos borrosos así que lo hubo dejado por la paz.

— wuau, nunca pensé que serias tan fácil de atrapar –río la detestable voz que odiaba–

Jess estaba vestida en unos pantalones negros de cuero, una blusa negra de malla transparente, su largo cabello rubio amarrado en una coleta.

— decidí tomar me unas vacaciones –dijo sarcásticamente– las extrañaba.

— no podría decir lo mismo, ¿dónde dejaste a Hex? ¿En el baño masturbandose?

La odiaba, más porque sabía donde atacar y herirla. Hex seguía enamorado de Jess aunque no lo admitiera.

— ¿no quieres ir ayudarlo? Una golfa como tu no le importaría.

Jess mostrao sorpresa y luego comenzó a reír, su aspecto humano era delicado y cruel al mismo tiempo.

— oh cariño, ¿estas segura que quieres que vaya a ayudarlo? –Jess mostraba regocijo– puedo ayudarlo con esa caliente tarea, rodar su miembro con mi mano y...

Gruño molesta, la sola idea de imaginarse aquello le hacia dar asco y enojó.

— oh, pero si tenemos a una mujer enamorada –ronroneo Jess– ¿ya lo sabe Hex?

— no te interesa –siseo–

Jess sonrió, luego hizo una seña de silencio luego miro hacia otro lado donde Alaxiel apareció.

— se ha ido, fue a hablar com McGill.

— bien, no hay tiempo. –Jess la volvió a mirar pero estaba ves muy seriamente– escucha con atención, no saques de quicio a Halk si quieres vivir y no es como si tu apreciaras la vida ¿no? 

— parece ser que no recuerdas –dijo Alaxiel–

— ¿recordar que?

Jess suspiro como si estuviera cansada, de todo.

— no me concierne decirlo. Lo mejor es que tengas esa boca cerrada y no jodas más las cosas.

— no soy una perra sumisa como tu –escupió amargamente– no lamo los pies de nadie.

3. LA NOVIA REBELDE DEL DEMONIO. (Evil 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora