Once días atrás me encontré con un hombre de fuertes y hermosos brazos. Alfonso Herrera. Estábamos en Las Vegas y llamó mi atención con una sonrisa. Estuvimos hablando por primera vez en una mesa de blackjack, a continuación nos fuimos a tomar algo al bar, y más tarde, casi sin darme cuenta, estábamos subiendo a su habitación del hotel.
Debería haber pensado en Dave cuando Alfonso se sentó a mi lado. Dave, el hombre con el que he estado saliendo durante seis años, el hombre que quiere hacerme su esposa. Debí haber recordado mis obligaciones antes de abrir mi cuerpo para Alfonso en Las Vegas esa noche. Pero él desató el animal que hay dentro de mí, el cual le arañó en la espalda y le mordió en el cuello. No sé qué clase de bestia era. Yo no entendía el caos que podría desencadenar.
Y sin embargo, el caos había sido tan dulce. Igual que el helado después de una vida de dieta.
¿Cuántas veces he tratado de decir adiós a Alfonso Herrera? En Las Vegas, en su oficina de Santa Mónica, en la pantalla de mi ordenador... cada vez había terminado sin aliento, desnuda, acariciada por sus ojos y manos. Todo lo que tiene que hacer es decir mi nombre, Anahi... Eso es todo. Eso es todo lo que se necesita para hacerme temblar.
Anahi —susurra y yo tiemblo.
Alfonso cree que soy fuerte. Él dice que quiere liberarme de mis límites auto impuesto. Dice que quiere caminar a mi lado en la playa, cenar conmigo, y celebrar los pequeños placeres que conforman nuestra vida... juntos.
Él dice que se preocupa por mí, no por la mujer que me gusta mostrar al mundo, sino por la mujer que hay debajo de todo eso, la mujer que se niega a ser sofocada con las expectativas de los demás.
Él me dijo todo esto cuando nos vimos en su barco.
En mi mente todavía estoy en el barco en este momento. Sí, esa es la realidad que elijo creer, mi mano en la de Alfonso susurrándome palabras de consuelo. Él me dice que podemos estar juntos y nadie debe ser lastimado. Sólo somos dos personas, no tenemos el poder de conjurar tormentas mortales o hacer que gire todo el universo de adentro hacia afuera. Sólo somos dos personas que se enamoran.
Él me dice que podemos huir durante un tiempo, y que cuando volviésemos, todo estaría ajustado como debe ser. Todavía tendría mi posición en la firma global de consultoría en la que he ido subiendo de forma constante a través de las filas, mi carrera seguirá siendo segura. Él seguirá siendo el director general de la empresa de seguridad Maned Wolf, la empresa más grande de mi firma. Vamos a trabajar juntos, jugar juntos, estar juntos.
Nosotros no tenemos que sentir el dolor de la culpa y las consecuencias. Sólo el placer. Como para demostrar que llega hasta mí, acaricia mi mejilla con su mano. Manos que son suaves y ásperas.
Ha construido cosas con esas manos, delicada artesanía en madera y empresas poderosas. Dirige las manos hacia el cabello y tira ligeramente.
—Anahi —dice, y la jaula se abre.
Siento su boca en la mía mientras sus dedos se deslizan entre mis piernas aplicando un poco de presión... justo allí en contra de mi clítoris. La tela de mi ropa se siente débil por el calor que generamos. Me pregunto si quitarme la ropa o si se desvanecerá por ella misma.
Pero Alfonso responde a mi pregunta al sacarme la camisa, traza el contorno de mis pechos, pellizca mis pezones mientras se aprietan contra mi sujetador. Estamos en la cubierta de su barco, atracados en el puerto de la Marina Del Rey. La gente puede vernos. Puedo sentir sus ojos a medida que pasan del océano al fuego. Lo están viendo desnudarme, viendo que me toca y a mi simplemente no me importa.
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El desconocido (AyA)
Roman pour AdolescentsTrilogia erótica. HIstoria original Kyra Davis. Soy responsable, previsible, fiable. La chica en la que todo el mundo confía. Menos esta noche. Esta noche seré la chica que se acuesta con un completo desconocido. Anahi Puente es una adicta al tr...