----Narra Dani----
Entré a mi habitación, dejé la mochila tirada donde primero pillé, cerré la puerta y me tiré a la cama. Odiaba discutir con mi madre, pero es que ella no me entendía. No debía dejar que mi hermanita tuviera novio si ni siquiera había cumplido los catorce aún.
Escuché unos suaves golpes en la puerta, seguro sería mi padre que venía a requisarme el ordenador y la PlayStation. Le di paso y desconecté todos los cables para que pudiera llevárselos.
Dani: Aquí los tienes-se los tendí.
Dani P: ¿Podemos hablar?-los dejó sobre el escritorio y se sentó a mi lado en la cama.
Dani: Supongo-me encogí de hombros.
Dani P: He tenido la mala suerte de ser hijo único, pero a cambio, la vida me ha dado cuatro hermanas postizas a las que cuidar y creo que nunca me he puesto como lo has hecho tú con Cristina.
Dani: No es lo mismo-suspiré-. Da igual, papá, no lo entenderías.
Dani P: ¿Sabes?, tengo la cualidad de entender las cosas cuando me las explican, así que empieza, por favor.
Volví a suspirar y me pasé las manos por la cabeza, despeinándome, después miré a mi padre y comencé:
Dani: No quiero que mi hermanita sufra por amor por un niño que aún no sabe lo que quiere.
Dani P: Eso tú no lo sabes.
Dani: Hablé con él en el cumpleaños de Álvaro y le dejé muy claro lo que pienso, estoy asumiendo que mi hermana está creciendo y que empieza a despertar interés en los chicos tanto como a ella empiezan a interesarle los chicos, pero me niego a aceptar que sea con Jesús.
Dani P: ¿No has pensado que quizás Jesús no sea el chico que le rompa en corazón, sino que por tu negativa a dejarlos acercarse, ella se fije en otro que sí la haga sufrir y no solo porque le rompa el corazón? Dani, no puedes ni debes decidir por tu hermana.
Dani: Pero ya lo he hecho-me levanté- y no voy a dar mi brazo a torcer.
Dani P: Pues no te va a quedar más remedio si quieres volver a tener vida social, Dani, te estoy avisando, tu princesita va a pasar mucho tiempo mirando fotos tuyas para no olvidarse de tu cara.
Dani: No tienes derecho, papá.
Dani P: Soy tu padre, tengo todo el derecho del mundo y más porque me lo cojo cómo y cuándo me da la gana.
Dani: ¿Y qué debo hacer para que me levantéis el castigo?
Dani P: Primero explicarme el porqué de tu negativa y luego ya veremos.Dani: No lo entenderías.
Dani P: Sí que lo entiendo. Pero entiendo más a tu hermana, aunque aún sea casi una niña, porque está creciendo, ya es una adolescente y quiere empezar a vivir, necesita guiar su vida por ella misma. Hubo un tiempo en el que tanto David como tu abuelo Javier casi me prohibieron acercarme a tu madre, no te puedes hacer una idea de lo que se siente.
Dani: Claro que lo sé, porque yo he estado así mucho tiempo con Lucía.
Dani P: ¿Es eso?, ¿no quieres dejar que tu hermana tenga el camino fácil porque tú no lo tuviste?
Dani: ¡No!
Dani P: ¡Entonces habla de una vez y dime qué es lo que te pasa por la cabeza, Daniel!
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Destinados al Mismo Camino
Teen FictionSecuela de Al Caer el Sol, contada por los hijos. ¿Qué pasa cuándo quieres volver a unir a personas que antes eran hermanos pero ahora son desconocidos y no quieren hacer nada por volver a hablarse? ¿Y si por el camino te cruzaras con el rencor de p...