Capítulo 21:

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----Narra Nuria----

Miré a mi padre asombrada, totalmente sorprendida...

Se hizo el silencio y nadie fue capaz de hablar ni decir nada, tanto tiempo detrás de ellos para averiguar el por qué se separaron y que nos lo dijera mi padre de aquella manera, nos pilló bastante de improvisto. Tenía alguna pregunta que hacer, pero no me salían las palabras, o sea, ¿cómo hablas o quitas un silencio tan incómodo como aquel? Yo no lo sabía, pero Dani sí que parecía con las ideas claras.

Dani: Por orgullo... Claro, genial. ¿Sabéis lo peor de todo esto?-bufó negando con la cabeza-No es que os hayáis dejado de hablar o que hayáis roto vuestra amistad, sino que nosotros hemos pagado las consecuencias de vuestros estúpidos actos.

Dani P: Es cierto, por intentar hacer un bien, hemos terminado haciéndoos un mal a vosotros, a quiénes queríamos cuidar para que nada malo os pasara. Eso es lo que más nos duele, lo creáis o no, pero bueno, supongo que fue inevitable, nos equivocamos y no hemos sido capaz de reconocerlo en voz alta.

Lucas: Al menos lo estáis haciendo ahora, aunque sea un poco tarde.

Álvaro: Es bastante tarde, sí.

Javier: ¿No vais a hacer nada al respecto?

Carlos: ¿Qué podemos hacer?

Dani: Ya no hay nada que nos aceche o que nos amenace, no veo por qué no podéis intentar volver a estar juntos.

David: Piensa que ha pasado mucho tiempo.

Lucas: Paso de esto. Gracias por decidir hablar, Blas.

Blas: De nada.

Lucas salió de allí y los demás decidimos hacer lo mismo dejando a nuestros padres en el salón solos.

Lucía: ¡Lucas!

Lucas: No me pidas que vuelva a entrar, por favor.

Lucía: Tranquilo, venimos a estar contigo.

Rubén: Lo que pase ahora ahí dentro es cosa de ellos, nosotros ya hemos hecho bastante. Me retiro.

Nuria: Sí, yo también, ya sabemos por qué fue y pienso que ahora deben hablar entre ellos sobre qué hacer.

Clara: ¿Creéis que lo arreglarán?

Javier: Lo dudo.

Cristina: Yo confío en ellos.

Dani: ¿En qué te basas?

Cristina: En nuestras madres, ellas no van a parar hasta que esos cinco cabezotas hablen todo entre ellos.

Jesús: ¿Cómo lo sabes?
Cristina: Mi madre me lo contó anoche.

Julia: Sobre lo de anoche... Perdón.

Javier: Perdona, prima, no sabíamos que te sentías así.

Cristina: Es normal, tampoco fui capaz de decíroslo hasta que exploté.

Nuria: Justo como le ha pasado a mi padre... De verdad que yo también lo siento-la abracé.

Cristina: Gracias.

Destinados al Mismo CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora