----Narra Clara----
Estaba en casa, tirada en el sofá leyendo un libro con las piernas sobre el regazo de mi padre cuando tocaron el timbre.
Ana: ¿Podéis abrir?
Carlos: Voy.
Me tiró del pie y me quejé sin levantar la vista, me encontraba en la parte más interesante. Mi padre volvió a tirar de mi pie, así que los bajé de su regazo y seguí leyendo, pero él me quitó el libro.
Clara: ¡Papá!
Carlos: Ve a abrir.
Clara: Tú has dicho que irías, cumple tu palabra.
Carlos: Oye, que soy tu padre.
Clara: Pero no mi jefe, así que no me des órdenes y devuélveme el libro.
Carlos: No.
Clara: ¡Papá!
Ana: Seguid discutiendo tranquilamente que yo abriré.
Carlos y Clara: Es su culpa-nos señalamos mutuamente.
Ana: Tal para cual-suspiró.
Le quité el libro a mi padre de las manos y le saqué la lengua mientras me ponía de pie.
Ana: Clara, tienes visita.
Clara: ¿Quién...?
Abrí los ojos mucho al ver aparecer a un Guillermo tímido detrás de mi madre.
Guille: Hola.
Solté el libro de cualquier manera y fui hacia él, dispuesta a sacarlo de la casa bajo la mirada atónita de todos.
Guille: Clara...
Clara: ¿Qué haces aquí?
Guille: Vengo a conocer a tus padres.
Clara: ¿Por qué?
Guille: Eso es lo que hacen los novios, presentarse a los padres.
Clara: ¿Cómo novios?
Guille: Clara, estás poniéndome muy nervioso con tantas preguntas. ¿Qué te ocurre?
Clara: Estoy muy nerviosa, nunca había estado en esta situación y, sinceramente, nunca me habría imaginado que vinieras a conocer a mis padres.
Guille: Pues los míos ya saben de ti y están deseando conocerte.
Abrí los ojos mucho y me noté sonrojar.
Guille: Pensé que sería buena idea, pero si no quieres...
Clara: No.
Puso una mueca y metió las manos en los bolsillos de sus vaqueros.
Clara: Es decir, no te vayas, puedes conocer a mis padres. Quiero que conozcas a mis padres.
Guille: ¿De verdad?
Clara: Aunque luego de conocer a mi padre puedas arrepentirte.
Guille: Ya Dani me ha advertido sobre él-rió.
Clara: Qué gracioso el peque.
Guille: Y Lucía me ha hecho un resumen bastante extenso sobre vuestros apodos.
Clara: Somos una familia demasiado extensa y nada centrada, espero que no quieras salir corriendo.
Guille: Solo si es en tu misma dirección.
Clara: Qué dulce-sonreí tierna.
Guille: ¿No merezco un beso?
Asentí y me puse de puntillas para darle un beso en la mejilla, pero al último momento, giró la cabeza y presionó sus labios sobre los míos. Nuestro primer beso.
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Destinados al Mismo Camino
Novela JuvenilSecuela de Al Caer el Sol, contada por los hijos. ¿Qué pasa cuándo quieres volver a unir a personas que antes eran hermanos pero ahora son desconocidos y no quieren hacer nada por volver a hablarse? ¿Y si por el camino te cruzaras con el rencor de p...