Capítulo 29:

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----Narra Clara----

Estaba en casa, tirada en el sofá leyendo un libro con las piernas sobre el regazo de mi padre cuando tocaron el timbre.

Ana: ¿Podéis abrir?

Carlos: Voy.

Me tiró del pie y me quejé sin levantar la vista, me encontraba en la parte más interesante. Mi padre volvió a tirar de mi pie, así que los bajé de su regazo y seguí leyendo, pero él me quitó el libro.

Clara: ¡Papá!

Carlos: Ve a abrir.

Clara: Tú has dicho que irías, cumple tu palabra.

Carlos: Oye, que soy tu padre.

Clara: Pero no mi jefe, así que no me des órdenes y devuélveme el libro.

Carlos: No.

Clara: ¡Papá!

Ana: Seguid discutiendo tranquilamente que yo abriré.

Carlos y Clara: Es su culpa-nos señalamos mutuamente.

Ana: Tal para cual-suspiró.

Le quité el libro a mi padre de las manos y le saqué la lengua mientras me ponía de pie.

Ana: Clara, tienes visita.

Clara: ¿Quién...?

Abrí los ojos mucho al ver aparecer a un Guillermo tímido detrás de mi madre.

Guille: Hola.

Solté el libro de cualquier manera y fui hacia él, dispuesta a sacarlo de la casa bajo la mirada atónita de todos.

Guille: Clara...

Clara: ¿Qué haces aquí?

Guille: Vengo a conocer a tus padres.

Clara: ¿Por qué?

Guille: Eso es lo que hacen los novios, presentarse a los padres.

Clara: ¿Cómo novios?

Guille: Clara, estás poniéndome muy nervioso con tantas preguntas. ¿Qué te ocurre?

Clara: Estoy muy nerviosa, nunca había estado en esta situación y, sinceramente, nunca me habría imaginado que vinieras a conocer a mis padres.

Guille: Pues los míos ya saben de ti y están deseando conocerte.

Abrí los ojos mucho y me noté sonrojar.

Guille: Pensé que sería buena idea, pero si no quieres...

Clara: No.

Puso una mueca y metió las manos en los bolsillos de sus vaqueros.

Clara: Es decir, no te vayas, puedes conocer a mis padres. Quiero que conozcas a mis padres.

Guille: ¿De verdad?

Clara: Aunque luego de conocer a mi padre puedas arrepentirte.

Guille: Ya Dani me ha advertido sobre él-rió.

Clara: Qué gracioso el peque.

Guille: Y Lucía me ha hecho un resumen bastante extenso sobre vuestros apodos.

Clara: Somos una familia demasiado extensa y nada centrada, espero que no quieras salir corriendo.

Guille: Solo si es en tu misma dirección.

Clara: Qué dulce-sonreí tierna.

Guille: ¿No merezco un beso?

Asentí y me puse de puntillas para darle un beso en la mejilla, pero al último momento, giró la cabeza y presionó sus labios sobre los míos. Nuestro primer beso.

Destinados al Mismo CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora