Capítulo 8 - Sentimientos encontrados

614 59 9
                                    

Con la claridad de la lámpara encendida, Silvia abrió los ojos, pero Jorge no se dio cuenta de que había alguien en la puerta.

— Está todo bien aquí? - Una voz que venía desde la dirección de la puerta preguntó.

Jorge abrió los ojos y miró a Silvia, que todavía estaba por debajo de él. Ella puso cara de vergüenza. Levantó un poco sobre los brazos, teniendo la parte superior de su cuerpo y se levantó. Él le ofreció la mano para ayudarla a levantarse, pero ella no aceptó.

Dos bomberos estaban en la puerta. Ellos fueron determinar la ausencia de luz en el centro comercial y estaban pasando por las salas para ver si todavía había gente.

— Bueno, como se puede ver, todo está bien aquí. - Jorge dijo con una media sonrisa en su rostro.

Silvia estaba en el otro lado de la oficina, de pie con los brazos cruzados.

— Ha habido un pequeño descenso de la luz causada por un cortocircuito y algunas tomas de corriente se incendiaron. - Uno de los bomberos dijo.

— Sí, lo sé. - Dijo Jorge. - Pero yo ya he conseguido apagar el fuego. - Sonrió y miró a Silvia que en aquel momento estaba completamente sonrojada. - Si me disculpan, tengo que ir. - Y él salió por la puerta, dejando a Silvia a solas con los bomberos.

**********************************

Cuando Silvia llegó a casa, Antonio y Marina estaban esperando en la sala. Hicieron una cara de alivio cuando entró, porque ya pasaba un montón de tiempo de la hora que ella costumbrava llegar.

— Gracias a Dios mi hija! - Dijo Marina. - Podrías haber llamado y advertido que tomarías más tiempo en la Agencia.

— Verdad mamá, todos estábamos preocupados. - Antonio añadió.

— Mis amores, lo siento, yo tuve un ... aconteció algo inesperado ... y un tanto cuanto explosivo.

— Vienes del centro comercial? - Preguntó Marina. - No me digas que peleaste de nuevo con el vecino?

— El ascensor se detuvo de nuevo? El edificio se incendió? O algo explotó? - Preguntó Antonio.

— Mira, ustedes están bromeando con un asunto serio. No tienen idea de la gravedad de la situación. - Silvia dijo, seria. - Voy a dormir y tratar de olvidar este día.

— Pero Silvia, lo que ocurrió de tan serio? - La madre le preguntó, preocupada.

— Se me olvidó. - Silvia dijo, huyendo del asunto. - Con permiso. - Dijo, caminando hacia el dormitorio.

********************************

Amaneció. Silvia estaba acostada en su cama, cuando abrió los ojos Jorge estaba sentado a su lado. Estaba sin camisa y usaba sólo un par de pantalones de chándal. Ella se incorporó y se mostró sorprendida.

Él se acercó y acarició su rostro. Era tan bueno su toque. Ella tomó su mano y la besó con cariño. Él la miró con ternura. Sostuvo su rostro entre las manos y la besó en la punta de la nariz. La besó por toda la cara hasta llegar a su boca. Se besaron con pasión. La tumbó sobre la cama y se puso sobre ella. La besó en el cuello a la altura del oído y luego volvió a besarla en la boca. Fue un beso apasionado, lleno de caricias y deseo.

Él dejó de besarla y llevó su boca a la oreja, la mordió y se rió en su oído. Ella sintió que empezaba a excitarse. Él bajó la cabeza a la altura del vientre y levantó un poco la camiseta que ella llevaba y comenzó a besar su vientre. Se levantó un poco y le sonrió. Tenía una sonrisa impresionante. Volvió a besar su boca. Sus lenguas se entrelazaron deseando un contacto más íntimo. Cuando ella rozó su pierna entre los muslos de él pudo sentir su erección. Él se apartó y tocó la punta de su nariz y articuló para decir algo.


Loco AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora