Capitulo 30 - Romántico

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Jorge volvió a besarla, ahora con más ganas. La agarró de la cintura y la llevó a cabo en una de las paredes de la habitación. Ella lo empujó sobre la cama, y ​​se echó sobre él en ese momento, la parte inferior de la cama cedió y se rompió. Jorge se rió y Silvia lo acompañó.


Ella se tumbó a su lado y él se subió en ella y empezó a hacer cosquillas.


— Mira lo que hiciste, rompiste mi cama. - Ella dijo con una sonrisa.


— La culpa no es mía, tú que me empujaste con fuerza. - Dijo, sentándose. - Tal vez si se toma el régimen. - Él dijo, en broma.


— Dios mío, cómo eres grueso!


— ¿Tú se refieres a ...


Ella saltó sobre él y empezó a dar pequeños golpes en el culo.


— Controlas esa mente sucia! - Ella dijo, mientras lo golpeava.


— Yo no iba a decir nada, tú que tienes la mente pervertida.


— Impresionante, un hombre de ese tamaño no sabe cómo tratar a una mujer.


— Pensé que te gustaba la manera que te trato. - Dijo con mirada seductora.


— Estás totalmente convencido, y ahora qué? Habla, ¿dónde voy a dormir? - Ella dijo, mostrando la cama rota.


— Puedes dormir en el suelo, es bueno para la columna. O bien, ir a mi cuarto, mi cama se ve reforzada. incluso difícil será llegar a dormir ... - dijo, tirando de ella por el pie.


Ella comenzó a abofetearlo.


— Eres un ser detestable, eres sí, el Señor Abominable, no sé qué fue lo que vi en ti. - Ella dijo.


— ¿No? Entonces, debo recordarte.


La sujetó por las piernas y tiró de ella hasta que estuvo completamente bajo ella. La besó en la boca y sus lenguas se puseran a bailar a un ritmo intenso. Silvia le ayudó a quitarse la camisa que llevaba puesta, y empezó a besarla en los hombros y la parte superior de sus pechos. Ella le dio un beso en la boca de nuevo, y se mordió el labio inferior, tirando con los dientes. Jorge se deshizo de la blusa de ella y el sujetador también. Él comenzó a dar pequeños besos en todo su cuerpo y luego retiró el pantalón de chándal que ella llevaba. Él se puso de pie y tiró de sus pantalones y su ropa interior, acostando en la cama otra vez.


— Te quiero en la parte superior. Quiero ver todos tus detalles mientras hacemos el amor. - Él dijo, su voz llena de deseo.


Ella se quitó las bragas y se puso sobre él. Se llevó a cabo la parte íntima de él y se sentó sobre ella. Colocó sus manos sobre el estómago de Jorge y comenzó a hacer movimientos arriba y abajo mientras lo miraba a los ojos. Con las manos, él masajeó sus pechos.


Empezó alternando los movimientos hacia arriba y abajo con movimientos circulares, y la sensación de placer que estos movimientos dieron la hizo comenzar a soltar pequeños gemidos.


Ella comenzó a aumentar la velocidad de los movimientos y Jorge la sujetó por la cintura, aumentando la presión de las embestidas, porque también sentía que comenzaba a llegar al orgasmo. Cuando llegaron al clímax, siguieron con los movimientos, ahora más suaves, tratando de prolongar al máximo la sensación de placer.


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