En el medio de la noche, Jorge se despertó con un dolor insoportable en los riñones. Él hizo todo lo posible para no despertar a Silvia, pero a cada minuto el dolor se hacía más fuerte. Empezó a gemir de dolor. Silvia despertó con los gemidos y se sentó en la cama. Y encendió las luces.
— Jorge, ¿estás bien? ¿Qué paso?
— Siento mucho dolor, creo que es de cálculos renales. Yo he tenido antes. Soy incapaz de siquiera me mover.
— ¿Qué hago?
— Necesito beber agua. Necesito tomar suficiente agua para poder expulsar la piedra.
— Espera. - Dijo ella, poniendo un poco de agua que estaba en una de las mesitas de noche en una taza y le dió. - Toma. - Le entregó y él empezó a beber. - Creo que es mejor consultar a un médico, debe tener un hospital cercano.
— Sólo necesito agua. Suficiente agua.
— Debe tener alguna medicina para aliviar su dolor.
— Hay medicina, pero sólo en la farmacia. - Dijo, gimiendo.
— Voy a comprar la medicina Jorge ...
— ¡No! - Él gritó. - ¡No! Medicina para la crisis renal es la inyección y muero de miedo de inyección. No me gustan las agujas. No puedo mirar a una aguja que me desmayo. Quédate aquí conmigo. No me dejes.
— Jorge, mira. No puedo estar aquí viéndote murir de dolor. - Ella dijo, de pie y poniendo los pantalones.
— ¿Hacia donde vas? Silvia quedas aquí. Está doliendo demasiado.
— Sé que estás sufriendo. - Ella dijo, poniendo la blusa.
— No, no lo sabes. Nunca has tenido cálculos renales para saber cómo duele. - Él dijo, casi llorando.
— Calma. Vuelvo en un segundo. Voy a conseguir un poco de medicina para ti. - Ella dijo, saliendo de la habitación.
Jorge, bebió el resto del agua y esperó Silvia retornar. Cuando llegó, ella trajo una bolsa de farmacia. De repente sacó una pequeña botella con un líquido en el interior y luego sacó una jeringa.
— No no no. - Él dijo, mirándola.
— ¿Quién diría un hombre tan grande como ese, con miedo de una pequeña aguja. - Ella dijo, preparando la inyección.
— No vas a poner eso en mí. - Dijo, tratando de levantarse, pero sentía tanto dolor que no podía hacerlo.
— Si voy. Giras boca abajo. - Dijo ella, de rodillas junto a él.
— No Silvia, por favor. - Suplicó.
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Loco Amor
FanfictionEs una historia NavarroSalinas un poco distinta de las demás, pero muy encantadora. Silvia es una mujer que no se deja superar por los obstáculos que la vida le ha impuesto. Es independiente y lucha hasta el final por lo que quiere. Su grande sueñ...