Capitulo 49 - Días malos

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— Ésta es la familia de tu marido,  yo llegué tarde. Voy a entender si quieres ...


— No termines lo que estás hablando. - Silvia dijo, y una lágrima corrió por su mejilla. - Te amo. ¿No entiendes que esta es tu casa? ¿Qué se tú sales de aquí ahora, y me dejas, seré una verdadera viuda? Debido a que no tiene espacio en mi vida para otro hombre que no seas tú. No dejaré que ningún fantasma interfiera en el único amor que he tenido en toda mi vida. Y que me he tardado tanto en encontrar.

                           Una lágrima corrió por el rostro de Jorge, pero él no se limpió.


 —  El único lugar que vas después de esta sala es para nuestra cama.


                              Jorge la acarició el ruestro con ternura, se acercó y le dio un beso. Fue un beso tierno, pero al mismo tiempo desesperado. No quería perderla de nuevo. No quería ver sus sueños ser arrojados al abismo. Se apartó y la miró a los ojos, y luego la besó por toda la cara. Silvia dio un pequeño bostezo, se había agotado, el día había sido largo y lleno de problemas. La levantó y la llevó a la cama y se puso allí, la cobrió con las sábanas, subió a la cama y se acostó también. La trajo muy cerca de si y la abrazó, poniendo su nariz entre su pelo.


— Lo siento, nunca te dejaré. - Él le dijo al oído.


                                    Se quedaron allí, escuchando el latido del corazón uno del otro hasta que se durmieron.


                        

                                   Al día siguiente, cuando se despertó Silvia, Jorge la miraba.


— Mi amor, yo tuve un sueño terrible. - Ella dijo. Soñé que mi ex marido estaba vivo y estaba aquí dentro de mí casa, llenando mi paciencia.


— Fue sólo una pesadilla, no se preocupe. - Dijo, tratando de consolarla.


                                          De repente, alguien llamó a la puerta.


— Silvia! Es Antonio, despierta! - Una voz gritó desde fuera de la habitación.


— No creo que no era una pesadilla. - Ella dijo, desconsolada. - ¿Qué quieres, gilipollas? Esa es la manera de despertar una persona? - Gritó hacia la puerta.


— Silvia calma. Sé que siempre se despierta de mal humor. - dijo Antonio. - Pero también sé cómo curar esta su mal humor, mi amor.


— De eso se puede dejar que cuido yo. - Jorge respondió.


— Oye, ¿qué es eso? - Antonio preguntó indignado, al oír la voz de Jorge porque pensó que no estaba en la casa. - Silvia, exijo que llames en este momento a mi hijo Antonio, quiero hablar con él. Él necesita saber que su padre está vivo. - Él gritó.


—   Y esa la prisa? Para quien desapareció los ultimos dieciséis años, estás en un apuro. - Silvia dijo, mientras que Jorge daba pequeños besos en su rostro.

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