Jorge y Silvia habían pasado unas cuantas horas en busca de un hotel, pero ninguno de los cuales encontraron agradó Jorge. O él creía que eran demasiado exigentes para el servicio y se negaba a pagar, o encontraba un defecto en el alojamiento. Silvia se impacientaba, porque tendrían que pasar sólo una noche en la ciudad, y no habría ninguna diferencia.
— No puedo esperar para encontrar un hotel decente sabe? Pero en esta ciudad es difícil ... - Habló mientras caminaban por una de las calles del centro de la ciudad.
— La culpa es tuya. Tú te quejas de todo. Debía quejarte de tu coche, que es muy incómodo. - Ella dijo, burlándose de él.
— Escucha, no hables de mi coche, ya que ha proporcionado muchos momentos buenos para nosotros.
— Tienes razón. - Sonrió. No podía negarlo.
— Después de este viaje para llegar hasta aquí sólo quiero dormir, ¿sabes?
— Al igual que no voy permitir que duermas y pierdas las maravillas de este lugar.
— ¿Pero qué maravillas? Este lugar no tiene nada que ver ... más allá de esa mesa de billar que hemos visto, por supuesto. Incluso el notario tuvo que ir a otra ciudad autenticar un documento.
— Te equivocas. Tiene cosas increíbles para que hagamos en las proximidades.
Él se rió.
— Por cierto, vamos a empezar por echar un buen paseo. - Añadió.
Parecía que se estaba volviendo loca.
— Caminar? Y ya no pasamos horas caminando?
— No, estoy hablando de hacer el sendero tonto. Cuenta con senderos maravillosos, sólo necesitamos cambiar la ropa.
— Oh, no ... Silvia hacer el sendero es muy lejos de mi idea de diversión. Yo no voy a meterme en una pista contigo ni que la vaca tos.
— cof cof - Silvia, respondió y comenzó a reírse.
— Silvia, comportáte.
— Tú vas a hacer el sendero.
— No voy.
— Va.
— No voy Silvia. ¡Yo no voy!
Media hora más tarde, los dos comenzaron a recorrer el sendero que Silvia había elegido. Al final del camino había una cascada que ella realmente quería que Jorge conocera. El lugar era muy bonito. Rodeado de muchos árboles y flores, no había personas cercanas por allí. Sólo los dos caminaban en silencio. Veinte minutos más tarde, Jorge habló.
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Loco Amor
FanfictionEs una historia NavarroSalinas un poco distinta de las demás, pero muy encantadora. Silvia es una mujer que no se deja superar por los obstáculos que la vida le ha impuesto. Es independiente y lucha hasta el final por lo que quiere. Su grande sueñ...