— Me besaste lo suficiente? Puede dejar que me vaya ahora? - Ella le preguntó después de que él despegou sus labios de los de ella.
— Suficiente por ahora. - Dijo, saliendo de la bañera. Entonces él la ayudó a salir también.
Se quitaron la ropa mojada y pusieron los albornozes que estaban en el cuarto de baño. Silvia se secaba el pelo con una toalla, mientras que Jorge aún estaba en el cuarto de baño.
— ¿Será posible? Cada vez que me encuentro con este hombre tengo que terminar mojada y desnuda? - Habló, pensativa.
Cuando se volvió, Jorge la miraba.
— ¿Yo dice eso en voz alta? - Le preguntó.
— Yo oí. - Jorge dijo y se rió. - Creo que es inevitable quedarmos mojados y desnudos cada vez que nos vemos.
— Vaya que eres tan gracioso. - Ella dijo irónicamente.
— Y entonces siempre hacemos otra cosa también. ¿Qué es lo que sucede? Ah ... me ordenaste olvidar.
— Haces todo lo que digo? Igual a un perro entrenado?
— Si yo soy un perro, usted es ...
— No te atrevas a terminar la frase si tiene amor por su vida! - Ella lo interrumpió.
— . Se me olvidó pero no fue debido a que me ordenaste.Se me olvidó porque lo que ocurrió no significó nada. Fue mera sexo casual. No tenía ninguna importancia.
— ¿Cómo?
— Exatamente lo que oíste. Estas cosas totalmente desechables que pasan en una noche.
— Desechables? - Ella lo miró, parecía molesta.
— Espera, lo siento, lo que estábamos hablando? - Dijo, fingiendo haber olvidado.
Ella se dirigió hacia él. Se acercó y tiró del cuello de la bata, se llevó su boca a la oreja. Lo mordió y corrió a través de su cuello con el labio para llegar a la boca. Lo besó hasta que sintió que le faltaba el aliento.
— Vamos a ver si olvidas eso. - Dijo ella, poniendo sus manos en sus caderas.
— Mujer, vas a dejarme loco.
Él se acercó y agarró su cintura. Se llevó la boca a su oreja y la mordió.
— Sólo albornoz y nada debajo. Me encanta. - Susurró y ella se estremeció a la vez.
Él comenzó a besar su cuello y quitó su albornoz. Luego quitó el albornoz de ella. La tiró de la mano y la llevó a la cama. La tumbó y se subió encima de ella dejando una pierna a cada lado de sus caderas.
— Te extrañé, ¿sabes? - Acarició su rostro.
— Extrañaste el sexo casual y desechable? - Le preguntó, mirando a los ojos.
— Sabes que no. Usted sabe que aquí es mucho más que "sexo casual". - Dijo, sosteniendo su barbilla.
— Mira, ¿cuándo va a comenzar a besarme?
Él sonrió. La besó en la barbilla y empezó a bajar por su cuerpo hasta llegar a la altura del ombligo. Descendió un poco más y se estableció para poner su cabeza entre sus piernas. Sus caricias hacían que Silvia se arquease hacia atrás. Ella agarró el pelo de él y él levantó la vista hacia ella. La miró, ella abria la boca por lo placer que sentía con cada movimiento que él hacía.
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Loco Amor
Fiksi PenggemarEs una historia NavarroSalinas un poco distinta de las demás, pero muy encantadora. Silvia es una mujer que no se deja superar por los obstáculos que la vida le ha impuesto. Es independiente y lucha hasta el final por lo que quiere. Su grande sueñ...