— Hey, funcionó? - Le preguntó, antes de que ella pudiera decir nada.
— Sí. Está ahí en la cama, durmiendo como un ángel .. Cuando llegamos a la habitación intentó abrazarme, pero me desvié. Dije que quería irme al baño y cuando volví estaba durmiendo. Santa pastilla.
— Sabía que ibas a lograr! - Celebró. - En unas pocas horas voy a estar allí.
— No puedo esperar. - Ella dijo, y dejó escapar un bostezo.
— Yo también. Creo que estás cansada del viaje.
— Sí. - Ella dijo, y volvió a bostezar. - Necesito dormir.
— ¿Y dónde vas a dormir? No vas a dormir en la misma cama con él.
— Jorge! Está inconsciente, casi muerto. No va a hacer nada para mí. ¿Dónde quieres que duerma? ¿En el piso?
— Nunca dejaré mi prometida dormir en la misma cama con otro hombre. Ni que este hombre fuera el Papa.
— ¡Dios mio! Como eres celoso.
— Mira, vaya a la recepción y vas a pedir una llave de la habitación 220 en nombre del Sr. Salinas. Ya he llamado antes para autorizar la entrega. Véte a mi suite y duerme allí. Mañana por la mañana voy a llegar y vemos cómo lo hacemos.
— Es increíble, tú piensas en todo. - Ella se rió. - Muy bien, mi hombre celoso.
— Te quiero, ¿sabes?
— Lo sé, porque te amo demasiado. Ahora necesito dormir. Yo mando muchos besos. Duerme bien.
— Buenas noches mi amor. Te envío millones. Soñaré contigo. Adiós.
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Al día siguiente, Silvia estaba durmiendo cuando alguien comenzó a besar su oreja, luego corrió sus labios sobre su rostro y comenzó a besarla en la boca. Todavía tenía los ojos cerrados, pero se asustó y empujó a la persona que estaba sentada en la cama a la vez. Sólo entonces se dio cuenta de que Jorge estaba sentado en el borde de la cama y le sonrió.
— En serio, estás tratando de matarme? - Ella dijo, poniendo su mano en el pecho. - Me pareció que era Rodrigo. - Dijo, y luego recordó que estaba en la suite de Jorge. - ¿Qué hora es? Oh, Dios mío, ¿se le ha despertado Rodrigo?
— Calma mi amor, son muchas preguntas. Uno: No, nunca trataría de matar el amor de mi vida. Me moriría también. Dos: Son siete horas y cuarenta y cinco minutos de la mañana. Y tres: yo creo que no se ha acordado, el medicamento dura aproximadamente ocho horas, entonces debe de despertar en unos quince minutos. - Dijo, y sonrió.
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Loco Amor
Hayran KurguEs una historia NavarroSalinas un poco distinta de las demás, pero muy encantadora. Silvia es una mujer que no se deja superar por los obstáculos que la vida le ha impuesto. Es independiente y lucha hasta el final por lo que quiere. Su grande sueñ...