Capítulo 1

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Llegué a la casa de Cande para terminar de arreglarnos. Yo iba de vestido negro con una chaqueta color mostaza y labios rojos. Ella estaba terminando de arreglarse con Manu Viale cuando tocaron el timbre, los invitados estaban citados a las 9:00 y eran ya 8:50.
Fui a abrir la puerta y llegaron Agus con Pablo, Yeyo y Vico. Los invite a pasar y salió Cande con una falda rosa flourecente y un crop top gris.

Una vez puesta la música y las bebidas, la gente empezó a llegar. Había varias personas que hace tiempo no veía, así que me puse a charlar con ellos. Cada vez había más gente en la casa que pensé que iba a explotar, gracias a dios tenía un jardín con terraza donde se expandía la gente para allá.

En un momento de la fiesta llego Andrés Gil, el novio de Cande, con un ramo de rosas enorme. La sonrisa y la felicidad que tenía mi amiga me hacía muy bien. Después de estar charlando un rato con Gime y Nico, oí que sonó el timbre de nuevo y no veía a la cumpleañera por ningún lado, así que me dirigí a la puerta y la abrí.
Estaba parado con un globo azul que decía "Feliz cumpleaños" y una bolsita color pastel colgando de su mano. Unos Jeans y camisa blanca, una barba de 3 semanas, sus ojitos verdes brillando y su sonrisa de siempre.

– Hola Lali – me dijo soltando una sonrisa.

– ¡Hey hola! Pasá, Cande no sé dónde está y por eso abrí – dije sin sentido.

– Ahora la busco, ¿cómo estas? – me dijo saludándome de beso.

– Muy bien gracias, ¿vos?

– Excelente. – dijo con una sonrisa, miró hacia dentro y apareció cande.

– ¡Pit! Amigo, que lindo que viniste, muchas gracias. – le dijo tomando el globo y la bolsita.– Lo abro más tarde, ¿dale? Pasá y servite lo que gustes, allá está el bar – le dijo señalando.

Yo me quedé ahí parada. Hace tiempo que no lo veía y menos así de caño y con esa buena onda.
Lo acepto, la piel se me puso chinita de tan solo escuchar mi nombre de su boca.
Cande me volteó a ver con cara confundida.

– La, ¿qué hacés, te vas a quedar ahí? – dijo con una risita.

– Ah no no, nada. – cerré la puerta – ¿Dónde estabas vos? – le dije sonriendo.

- Abriendo el regalo de Andrés – dijo riendo la descarada.

– Okay, mucha información – reí

Después de que la mayoría de los invitados estaban dentro de la casa, me dirigí a la cocina para ir por la tarta de cumpleaños y cuando entré, estaba él ahí con Nico y Gime.

– Hey hermosa, ¿dónde andabas? – me preguntó Nico.

– Haciendo lo que ustedes no hacen, disfrutando la fiesta – reí – ¿Qué hacen acá? ¿Me acompañan a llevarle la tarta a Cande? – les pregunte a los tres dirigiéndome un poco más indirectamente a Peter, quien tenía su brazo por arriba de los hombros de Gime.

- Vamos, pero antes queremos contarles algo. – dijo Nico

– Aprovechamos que están ambos aquí para decirles algo muy importante para nosotros –

No sé porque sentía un cosquilleo de pensar que se estaban dirigiendo solo a nosotros dos.

– ¡NOS VAMOS A CASAR! – dijeron los dos en coro

Me quede con la boca abierta y solté un grito, al mismo tiempo que abracé a Nico que lo tenía enfrente y Peter abrazo a Gime.

– Me muero chicos, que lindo. Estoy muy feliz por ustedes. – dije

– Pronto mandaremos las invitaciones y la fecha confirmada – decía Gime abrazada a Peter.

– Pero eso no es lo que realmente queríamos decirles – soltó Nico. Gime lo volteó a ver con cara de no entender y después captó.
– Ay claro, ¡qué boluda!

Nico nos tomó una mano a cada uno y nos puso frente a él. En ese momento solo tenía una tensión de tenerlo tan cerca, sabía que él también estaba un poco nervioso o incomodo, lo conocía tan bien que sólo de reojo lo pude notar.

– Queremos que sean nuestros testigos

Creo que mi cara lo dijo todo porque la cara de Gime fue de espanto.

– Claro que sí, sería un honor ser su testigo – dijo Peter

– Habíamos pensado en otros amigos de nuestra edad pero hace poco llegamos a la conclusión que ustedes serían perfectos. Además, Lali vos sabés que han estado siempre junto a nosotros, en las buenas y en las malas.

Yo lo único que podía hacer era sonreír, los abracé a los dos jalando también a Peter y armamos un abrazo grupal. Sentía el brazo de Nico por arriba de mis hombros y cómo me besaba la cabeza diciendo "Gracias", y al instante sentí la mano de Peter tomándome por la cintura.

Nos separamos y Gime estaba llorando.

– No mi amor, ¿qué pasa? Hey, espero que sean de felicidad – le dijo tomándola de la cara y limpiándole las lágrimas.

– Estoy muy feliz. – se quitaba las lágrimas – Ay perdón, últimamente estoy llorando por todo – soltó con una risa

– Ay, vení que te abrazo – la jalé para abrazarla– Estamos muy contentos por ustedes, de verdad. Y claro que sería un honor acompañarlos ese día y siempre.

– Pensábamos dar la noticia mañana por la noche, cena en la casa con los de siempre. Vendrán mamá y papá, que ya saben claro, los amigos de siempre y familia. Así que no digan nada, no podíamos aguantarnos más – decía Nico

– Ahí estaremos – dije con una sonrisa – Bueno, ahora sí. A llevar la tarta para cantarle a la cumpleañera – tomé la tarta de la mesa.

Peter le ponía las velitas y les puso fuego. Nico y Gime ya habían salido de la cocina y mientras Peter encendía las velas, lo trataba de mirar sigilosamente pero sólo pude concentrarme en no tirar la tarta al piso. Cuando terminó me miró a los ojos y sonrió.

– Listo, vamos

(Lectores fieleeees; síganme en la nueva cuenta de instagram @valeglaliterok, ahí estaré subiendo las fotos y posts dentro de las historias para que no pierdan el hilo. Gracias por el apoyo)

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