No Es Imposible

Capítulo 43

Peter

– Te extrañaba mucho, mi amor – le dije mientras la besaba

– Yo a vos – me respondió – Perdóname

– Basta, no me pidas más perdón

– No, de verdad perdóname, perdóname por fallarte y ... – miraba al piso arrepentida – Te fallé y eso nunca me lo voy a perdonar.. – la callé con un beso de nuevo

– No te castigues Lali, ya fue, ya pasó. Agradezco que te tengo ahora y que no te perdí – le tomé de las manos – Ya habrá más premios a los que me podrás acompañar – le sonreí y ella me devolvió su sonrisa cálida.

– Claro, porque sos el mejor, sos un crack – reí al escuchar su tonada canchera tratando de imitarme – Te amo – me dijo a los ojos

– Yo te amo a vos – sonreímos y la besé de nuevo.

– Ah bueno, ah bueno – escuchábamos a lo lejos – Aquí ya hubo reconciliación

Volteamos a ver y era Leo Calderón, muy amigo de Nico y de todos.

– Leo – dijo Lali sonriéndole y saludando

– ¿Cómo están chicos? Me había llegado un rumor que se habían separado pero ahora compruebo que no – rió

– No, ya sabes que siempre habla pavadas – le dije mientras abrazaba con una mano a Lali – Estuvimos un poco distanciados por laburo y..

– Y por alguna que otra discusión – me interrumpió Lali

– Nada que el amor no pueda solucionar. – contestó Leo, sonreímos nada más – Me alegro por ustedes chicos, creo que siempre se lo he dicho. Son el uno para el otro, no dejen que cosas insignificantes termine con ese amor tan único que se tienen

– Muchas gracias, Leo

– No hay de que chicos. Son jóvenes, ámense y cuídense – nos guiñó el ojo y me dio un golpecito en el hombro – ¿Vienen? Que ya empezó la buena música – asentimos y se fue de regreso a la boda

– ¿Vamos? – le dije emocionado tomándola de la mano, ella asintió – Quien llegue al último, se toma un tres tragos – le dije y la tomé de la cara robándole un beso como nene para salir corriendo

– ¡NO, PETER! Qué trampa mi amor – gritaba mientras yo corría – ¡Yo traigo tacos, boludo! – cuando escuché eso, me regresé corriendo hacia ella y la levanté de una tomándola de la cintura y de los pies

– Como princesa – le dije riendo

Lali me rodeó el cuello con sus brazos para no caerse aunque la sujetaba bien. Cuando entramos al salón donde estaban todos bailando, nos vieron Nico y Gime quienes estaban en el centro de la pista.

– Apaaaa

– ¿Volvieron? ¡ME MUERO! – decía Gime, mientras bajaba con cuidado a Lali

– Nunca terminamos – dijo re canchera y yo la abracé por detrás mientras le daba besos en el cuello

– Bueno, bueno. La reconciliación merece un par de shots – llegaba Yeyo con la botella en la mano