– Más que lista
Lo miré divertida mientras sacaba del agua mi mano con mi braga.
– Sos lo más. – dijo mordiéndose un labio y riendo – Sacáte lo otro y estamos a mano
Me lanzó la mirada sexy al mismo tiempo que me enseñaba su bóxer saliendo del agua. Reíamos los dos y me ayudó a sacarme el sujetador. Cuando me volteé , lo tenía de frente y mirándome a los ojos. Me acariciaba mi cuello y mi cara delicadamente, yo no dejé de verlo sin decir nada.
– Sos la mujer más hermosa que he visto en mi vida – me dijo tierno y yo sonreí
Me tomó con las dos manos y me besó. Cuando me separé, pude pasarle mis brazos por su cuello para sostenerme de él y dejar de flotar.
– Deberías de ver cómo se refleja la luna en tus ojos
– Es la luna del amor eterno.. – le dije con mi tono de nena y esperando a que recordara esa escena
– Yo creo en ambos. En la luna y en el amor eterno – soltó con una sonrisa
Me acercó a él y me pegué a su cuerpo. Peter me tomó de nuevo con sus dos manos de la cara y me besó. Estábamos disfrutando mucho de ése momento.
Por más que el agua estaba totalmente bajo cero, podía sentir que mi cuerpo ardía cada vez que lo tocaba. Nos separamos y cuando pude safárme de sus brazos que me estaban abrazando, me sumergí.
Nadé por debajo y salí al otro extremo de él.– ¿QUE HACÉS? – me gritó desde donde estaba
– Nadando – le contesté riendo – ¿NO ERA LO QUE QUERÍAS HACER? – le grité y vi cómo se sumergió ahora él y apareció frente a mí unos segundos después
– Así que querés nadar.. – me decía a centímetros de mi
– Si no nadamos nos vamos a congelar
Me tomó de la mano y nos sumergimos juntos. Era un poco imposible verlo desde abajo ya que era de noche y lo único que nos alumbraba era la luna. Estuvimos unos diez minutos jugando en el agua, salpicándonos y nadando juntos.
– Te amo tanto – le dije mientras me sostenía de él y lo tenía frente a mi. Peter soltó una sonrisa de oreja a oreja y me dio un pico.
– Yo tambien te amo, mi amor
Nos abrazamos una vez más y reíamos como nenes mientras me daba de vueltas en el agua.
Ya estábamos casi en la orilla, así que pude sostenerme y tocar suelo.– Salgo yo primero y voy corriendo por las toallas, ¿dale? – me decía quitándome un mechón de pelo que tenía en la cara
– Apúrate que no quiero que te vean
– No me va a ver nadie, bueno.. sólo vos – dijo canchero y le sonreí
– Andá, que me congelo – le dije con una palmada en su espalda
Peter salió corriendo en bolas y yo me moría de risa desde aún dentro del agua. Se puso la toalla en la cintura lo más rápido y tomó la otra para acercarse al mar.
– Dale, vení Lali, hace un montón de frío – me gritaba
Yo no quería salir porque me daba vergüenza de que alguien nos viera desnudos y porque ya me había acostumbrado al clima del agua. Ahora lo frío y complicado sería salir.
– !LALI! – Peter me gritaba desde fuera – ¡CORRE QUE YO TE CUBRO!
– !ACÉRCATE MÁS' – le grité de vuelta. Vi cómo se acercaba un poco antes de tocar el agua. En mi mente conté hasta tres y salí corriendo tapándome lo más que pude.
– ¡LA CONCHA DE TU MADRE!
Corría hasta llegar a Peter, quien me puso muy rápido la toalla al rededor de mi cuerpo.
– Maldito frío de mierda – Peter me frotaba los brazos y la espalda
– Vení, vamos al coche – me llevó hasta el coche que estaba estacionado y gracias a Dios estaba todo desértico. No había cámaras de seguridad ni gente, así que podía estar más tranquila.
– Ponete esto – me dió una campera que traía en la mochila, era enorme así que me tapaba todo lo necesario.
Se dió la vuelta y entró al coche aún con la toalla en la cintura.
– ¿No te vas a poner algo Peter? Te vas a resfriar – le decía preocupada
En eso pasó su mano por detrás del asiento y sacó otra campera, se la puso y me sonrió.
– Dios, que frío – estaba frotándome las manos– No puedo sentir mis dedos
– Dame – Peter me tomó las manos y me las cubrió con las suyas, se las acercó a su boca y me daba calor con su aliento.
– ¿Mejor? – me preguntó y yo asentí
– No puedo creer lo que acabamos de hacer – le dije soltando una risita nerviosa
– Lo mejor del año
Nos miramos por un momento y nos acercamos para besarnos. Un beso que nos calentó en todos los sentidos pero cuando reaccioné que no daba en el coche, paré el momento.
– Segunda base... – solté de nuevo la risita nerviosa con los ojos cerrados y moví mi cara apenada. Me alejé de él para verlo y tenía los ojos cerrados aún.
– Volvamos a casa
Puso la calefacción a más no poder y puso a andar el coche.
Peter
En todo el camino no dijimos ni una palabra, no fue incómodo pero fue raro. Supuse que Lali estaba muy cansada, había llegado de su gira y no había descansado mucho.
Estacioné afuera del edificio y como Lali se estaba congelando, me dió las llaves para abrir la puerta del edificio.
Fui por ella y la ayudé a bajar la ropa mojada. En el elevador sólo le pregunté si aún tenía frío y ella asintió, así que la abracé y le frotaba sus brazos para darle calor.– Metéte a bañar para que no te enfermes
– No te vayas – me miró a los ojos con tanta ternura que le di un beso
– No me voy a ir
– Voy a ... - señaló el baño con la cabeza y yo asentí
Cuando escuche caer el agua, me puse una remera y unos pantalones. Me quedé sentado en la cama pensando en el lindo momento que pudo haber pasado, puedo decir que me bajoneó un poco que Lali parara la situación pero tal vez no era el momento. Cuando Lali salió del baño, traía una toalla al rededor de su cuerpo y otra en su cabeza y salió tambien un poco seria, me lanzó una sonrisa pero sabía que también estaba pensativa. Cuando se acercó a mí, le di un pico.
– Toda tuya la ducha – me dijo tímida
– Gracias, ahora vuelvo – le toqué la mejilla y me metí al baño
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No Es Imposible
FanficEllos se amaban pero un día se dejaron ir... Un reencuentro bastó para desencadenar una serie de emociones nunca muertas. Lali Espósito y Peter Lanzani como protagonistas de esta historia realista pero con un toque de amor eterno. NO ES IMPOSIBLE...