Capítulo 34

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Peter

Estaba en la ceremonia de los premios, le pedí a Tincho que me acompañara. Al principio no quería pero lo convencí. El evento era bastante privado así que estuvo algo corta. Apagamos los celulares antes de entrar cuando estaban anunciando la categoría donde yo estaba nominado.

– La categoría Revelación a mejor actor de teatro – decía el presentador – El ganador es.... ¡Peter Lanzani por Equus!

Me quedé en shock por un segundo hasta que Tincho me regresó a la realidad dándome un abrazo.

– ¡Felicidades cabrita!

– Gracias – le sonreí y fui al escenario

Me entregaron el trofeo y me puse delante del micrófono.

– Ehhh... bueno – dije nervioso – Más que nada agradecer al jurado, a los organizadores de éste premio. Muchas gracias por el reconocimiento, a los productores de la obra y a mi familia que es lo más importante que tengo. ¡Gracias!

Me dieron un abrazo los directores de los premios y cuando terminaron de decir todos los ganadores, era la hora de las notas.

– ¡Peter, muchas felicidades por tu premio de revelación! – me decía el reportero

– Muchas gracias – dije sonriendo

– ¿Te sorprendió que ganaras el premio? ¿Te lo esperabas?

– No, por supuesto que no. La verdad que fue una experiencia nueva y yo creo que trata de eso, siendo la primera vez haciendo una obra de texto sobre el escenario y por eso se nómina revelación. Yo estoy feliz con la nominación y contento por todo lo que fue Equus y ahora a disfrutarlo con mi familia y seres queridos.

– ¿Toda tu familia te apoyo desde el primer día o fue complicado para ellos verte en ese género de teatro?

– No, no, para nada. Ellos siempre me han apoyado en todo lo que hago y están ahí en el público haciéndome el aguante

– Y la relación con Lali, ¿cómo va? – me dolió el corazón – Dicen que están en crisis y por eso no pudo venir... – veía de reojo a Tincho cómo me miraba para que dijera que estaba todo bien

– No para nada, no pudo venir porque está de gira ahora por Europa y se le complicaba llegar– dije sonriendo

– Pero están bien.. la relación sigue en pie – estos sólo preguntaban boludeces y odiaba hablar de mi vida privada

– Sí obvio – me limité a decir más

– ¿Te llamó para felicitarte?

– No aún no. Teníamos los celulares apagados pero seguro lo hará. – lo dije con la esperanza de que fuera verdad

– Sabemos que sí, se bancan en todas. Pues muchas gracias Peter y felicitaciones por tu premio

– Muchas gracias, buenas noches

Después de la nota, saludé a la demás gente que había y Tincho y yo nos fuimos.
En el camino encendí mi celular y de una me llegaron dos llamadas perdidas de mamá, de Nico y una de Lali. Había sentido un poco de felicidad de ver su nombre pero al mismo tiempo pena de que no pudo estar aquí.
Llamé a mama primero y me felicitó por el premio, estaba re feliz y me decía que mañana fuera a la casa a celebrarlo con todos, haría un asado y estaríamos todos ahí. Dudando si llamarla o no, hice cuentas por la diferencia de horario y era de mañana allá, así que seguro estaba ensayando o en alguna entrevista.

– Llamála – dijo Tincho mientras manejaba – Estaba muy emocionada

Mi conclusión fue que Martín le dijo no sé en que segundo y de pensar que ya estaba enterada, me puse feliz.
Marque él número y tardó en contestar.  Antes de cortarle la llamada, contestó.

– Peter – dijo con su voz un poco agitada.

– Lali, ¿estás bien? – le pregunté preocupado

– Sí – soltó una risita – Estoy saliendo de la ducha

– Ah, dale...

– Felicitaciones por el premio, estoy muy feliz por ti – dijo con su voz de nena que me partía el alma escuchar de sólo no tenerla aquí

– Muchas gracias, La – sonreí y no sabía que más decir. Era la primera vez después de la pelea que hablábamos. En eso escuché que Maru la llamaba del otro lado del teléfono.

– Me.. tengo que ir – me dijo apenada

– Si, gracias por llamar – hubo un silencio incómodo y escuché una risita suya

– Vos me llamaste, Peter

Cuando me había dado cuenta de la pelotudez que había hecho, no evité reírme también.

– Bueno pero tenía tu llamada perdida, así que por eso te agradezco – dije regresando a la seriedad

Tincho me dio un manotazo sin entender porqué y lo vi mal.

– Extrañaba tu voz – otro silencio incómodo. Quería decirle tantas cosas, quería decirle que la extrañaba y no pude – Perdón por...

– No te preocupes La... – la interrumpí – Ve antes de que te maten – dije frío y ahí Tincho me volvió a pegar, moviendo la boca quiso decirme algo y no entendí

– Dale, hablamos luego – me dijo un poco bajoneada, la conocía – Te amo

Antes de que pudiera contestarle "yo también" ya había cortado. Así que se lo dije al propio teléfono con un poco de decepción.

– Sos un pelotudo Lanzani

– ¿Yo? ¿Por qué me vas a pegar así? ¿Qué hice?– lo veía sin entender

– "Muchas gracias La" – hizo imitándome – Yo si fuera ella te putearía desde Italia. ¿Cómo le vas a decir nada más eso, viejo?

– ¿Y que más le decía?

– Boludo, no sé. Es el amor de tu vida, que okay, hizo mal en no venir pero no vino porque no quiso, fue por trabajo y lo sabés. Pero cómo le vas a agradecer sólo con un "muchas gracias".

La verdad es que Tincho tenía razón, se había preocupado y eso lo sabía, tal vez no pude decirle más por la decepción que traía pero ahora me sentía culpable.
Me dejó en casa y se fue, me cociné algo rápido porque en realidad no tenía mucha hambre y me quedé viendo la tele antes de dormir. Si mis cuentas no fallaban, estaba por despegar hacia Chile. Así que no pude llamarla de nuevo y pedirle perdón, tenía que esperarme unas trece horas a que aterrizara en Santiago.

No Es ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora