Mariposas esqueléticas a falta de amor.

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Toc toc...

-¿Aye..?- Oí medio dormida desde detrás de la puerta de mi habitación.- Abrime Ayelen.-ordeno Micaela intentando forzar el picaporte. Me levante con toda la flojera del mundo y abrí la puerta.-¿desde cuando tu puerta esta cerrada?- pregunto ella extrañada mientras entraba a la habitación.

Suspire mientras me volvía a tirar boca abajo sobre la cama. Me dolía demasiado la garganta como para responder, los ojos los tenia tan hinchados que apenas lograba ver algo y sentía un extraño dolor en el pecho del que no me podía librar con ninguna runa.

Escuche como cerraba la puerta y le ponía la llave que había encontrado. La escuche suspirar y alce la cabeza para mirarla, ella también había llorado, tenia las blancas mejillas tan rojas como un tomate. Me aparte de la cama para dejarle lugar y ella se recostó a mi lado.

-Adam me dijo que hablaron.-comento ella mirando el techo de mi habitación con las manos puestas, juntas, sobre su estomago. Lance un gruñido con la cabeza encerrada bajo la almohada.-¿que te dijo?

Bien, si había una cosa que amaba y odiaba de Micaela era que me preguntara cosas así, por que yo si quería que ella me insistiera, pero quería que me leyera el pensamiento y yo no tuviera que hablar. Es complicado.

Suspire y me di la vuelta sobre la cama.

-Dijo que nunca quiso dejarme, que ese día tenia que irse y no lo  quiso hacer mas difícil, por eso me trato como me trato.

-No pareció muy herido.

-Ya se.-La mire de reojo y volví a mirar el techo.- ¿y queres saber lo peor? El sabia hace semanas que se iba a ir.-mire mis manos con busca de guardar las lagrimas que intentaban volver a aparecer.- Y no me lo dijo...-sorbí mi nariz.-...por que no quería lastimarme, por que estábamos bien...

-Ayelen...

- Dijo que recuerda esa ultima vez, cuando estuvimos juntos...-quede hipnotizada mirando mis manos, mis dedos volviendo a ese recuerdo.- Dijo que...me amaba...que lloro...por mi...- Y mis palabras quedaron colgando mientras mi imaginación volaba por los aires hacia lo que podría haber sido. Hacia lo que él dijo que sentía.

Y de repente, Micaela estiro la mano hacia el costado y caí de la cama girando y dándome un fuerte golpe en la cabeza.

-¡Bien!- dije levantándome del piso.- La mejor manera de llamar mi atención, otros le tocarían el hombro, otros me llamarían por mi nombre pero NOOO ¿Para que si me podes tirar de la cama?.- me senté sobre la cama de costado a Mica, por las dudas.

Ella me miro y se encogió en hombros.- Lo necesitabas. Estabas hablando muchas estupideces juntas y, lo que es peor, pensaste en perdonarlo. Si volves a decir algo parecido te tiro pero por la ventana.

Alce las cejas y negué con la cabeza rápidamente.

-No pensé en perdonarlo.- suspire.- pensé en que...quizás sea verdad. Quizás...

-Ayelen, él te dejo tirada en el pasillo solo con una sabana.- Dijo ella sentándose a mi lado. Abrí la boca para argumentar, pero ella no me dejo.- Rob no se merece esto. Si vos queres comportarte como una mundana de quince dejalo a él a un lado.-La mire confundida, sus palabras eran duras y con un tono raro pintado de tras fondo.

-Se que Rob no merece eso. Se que él es demasiado bueno para mi, que soy un desastre y que no merezco ni por mucho su cariño.- Volví a mirar mis manos.- Yo también quiero un felices por siempre para nosotros. Pero a veces, hasta parece imposible.

Ella me miro y lanzo una risa al aire.- ¿vos?¿diciendo que algo es imposible?¿que te hicieron?.

Suspire.-Me pusieron una tonta runa...

Cazadores de Sombras Argentina: Sangre Derramada (#2)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora