Capítulo 1: La Hija De Los Alfas

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Comienzo a correr por el bosque intentando no tropezarme, apenas es mi segunda transformación, la cual llegó después de mi cumpleaños número dieciocho

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Comienzo a correr por el bosque intentando no tropezarme, apenas es mi segunda transformación, la cual llegó después de mi cumpleaños número dieciocho. Supongo que comienzo a dominarlo bien... Creo.

Mis padres, Erick e Isabelle son la definición de la sobreprotección y sabiendo que en algún punto de mi vida tendría que aprender a valerme por mí misma, los hice prometer que lo primero que harían cuando cumpliera la mayoría de edad, era permitirme cosas normales como esta. Y hacerme un tatuaje, pero eso todavía está a discusión.

Todavía no sé muy bien que hacer durante mis transformaciones pero supongo que es lo que hago ahora mismo —vagar sin rumbo alguno por el bosque hasta que salga el sol—, aún me cuesta acostumbrarme a ver el mundo con mi forma de lobo pero según mis padres, es normal.

Mientras crecía, mi primera transformación era algo que siempre me emocionaba, pensaba que sería muy divertido sentir todo el poder y ver el mundo desde otra perspectiva, ¿pero qué me habré fumado yo ese día para pensar eso? Todavía no sé muy bien qué hacer durante mis transformaciones pero supongo que vagar sin rumbo por el bosque mientras espero la salida del sol está bien por el momento.

Aunque tener esta forma durante toda la noche es verdaderamente aburrido, es bueno para liberar tensión: siendo digna hija de mi padre y con sangre de generaciones de Alfas corriendo por mis venas, mientras crecía se me hacía cada vez más difícil controlar mi ira y poder lidiar con cosas normales. Transformarme me ayuda lo suficiente como para no querer matar a nadie.

Camino entre unos árboles buscando el lago, muero de la sed. Cuando por fin lo encuentro, me siento en el cielo. No puedo evitar mirar más allá, siempre me ha dado curiosidad el territorio más allá del dominio de mi padre. Nunca me he atrevido a cruzarlo por los problemas que causaría, es territorio de Dexter Price, al Alfa de la manada Luna Llena, el eterno enemigo de mi padre y mi familia.

Después de extinguir mi sed comienzo a volver sobre mis pasos, solo espero no perderme, de otra manera sería la comidilla de todos los tabloides con títulos como: “Hija del Alfa perdida durante la luna llena ¿de verdad este será nuestro futuro?”

Nunca he renegado de la tarea que debo cumplir aún desde antes de nacer, mi padre es un Alfa y es mi deber seguir con el mandato de la manada cuando él ya no esté, cuando se retire o cuando yo me case. Punto.

Que conste, no espero que se cumplan ninguna de esas tres condiciones en un futuro próximo.

La paz absoluta del bosque se ve interrumpida cuando siento la presencia de otro lobo y no puedo evitar bufar para mis adentros, de seguro es uno de los gorilas de papá pero cuando veo al lobo, no puedo estar más lejos de la realidad. Tiene pelaje tan oscuro como la noche, lo que lo hace pasar desapercibido a excepción por sus ojos, los cuales me dejan sin respiración por unos segundos. Son dorados, los más dorados que he visto en mi vida.

Me quedo estática en mi lugar, no porque le tema, sino porque no quiero que se vaya. Me gusta la sensación que me produce, es como paz.

Nunca había sentido algo parecido.

Viviendo Con Los Alfas (Saga Alfas #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora