Los días entre el día del baile y el de la graduación pasan en un abrir y cerrar de ojos, por lo que cuando por fin me encuentro preparándome para el evento que marca el fin de mi época de preparatoria, tengo que pellizcarme un momento para creer que todo esto si está sucediendo.
A diferencia del vestido del baile, para la graduación decido usar uno mucho más sobrio, de color coral que llega un poco más arriba de mis rodillas, de tirantes, con un bonito escote en forma de corazón y la espalda descubierta, que Kat me ayudó a escoger y unas sandalias de tacón color piel que combinan con las costuras del vestido. De todas maneras, la toga cubrirá todo.
Desde niña nunca he sido la típica chica que sueña en acontecimientos importantes, pero conocer la maldición y haber terminado con nuestras opciones de terminar con ella sin necesidad de enfrentarnos en el Duelo, me ha hecho replantearme muchas y disfrutar las cosas más simples del día a día.
Y días como este, que nunca se repetirán y que no volverán.
Me aplico brillo labial y dejo mi cabello liso detrás de mis hombros, soltando un profundo suspiro.
Se supone que hoy debo dar un discurso en la ceremonia de graduación y aun no tengo idea de lo que diré. Supongo que no me queda de otra más que improvisar.Tomo mi teléfono y la enorme bolsa de tintorería en la que se encuentra la toca y el birrete que debo usa durante la ceremonia y salgo de la habitación, encontrándome con mamá saliendo de su habitación mientras se coloca unos aretes. Ella ha optado por un vestido blanco de cuello cuadrado y una chaqueta.
—Te ves hermosa, cariño —dice mamá sonriendo cuando me mira.
—Gracias mamá, tu igual. ¿Pudiste hacer lo que te pedí? —le pregunto y ella sonríe.
—¿Por quién me tomas? Por supuesto que lo hice.
—Fabuloso —sonrío—. Gracias, mamá.
—¿De verdad crees que funcione? —me dice y esta vez soy yo quien sonríe.
—Siempre puedo usar un poco de convencimiento a la antigua —río y ella rueda los ojos divertida.
—Los adolescentes de hoy en día.
—¡Hora de irnos, familia! ¡Vamos tarde! —grita Scarlett mientras corre por el pasillo, repiqueteando el suelo de madera con sus zapatos kilométricos. Como si necesitara ser más alta de lo que ya es.
—Andando —dice mamá riendo ante la actitud de Scarlett—. Ya tu padre debe estar esperándonos en el auto.
Mamá y yo salimos de la casa y no me sorprendo de ver un millón de personas en el patio trasero. Son pocas las veces en las que toda la familia va junta al mismo lugar y ese simple hecho hace que haya un gran protocolo para proteger a la familia del Alfa.
Sumado a eso, las que parecen ser cientos de personas que mamá contrató para hacer una pequeña fiesta para Scarlett y para mí luego de la graduación. Y por pequeña, me refiero a una fiesta de no menos de cincuenta invitados.
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Viviendo Con Los Alfas (Saga Alfas #1)
Loup-garouSer la hija de la pareja alfa puede sonar como un sueño para cualquier chica, ¿para mí? Solo el constante recordatorio de que todos piensan que soy una inútil y que para lo único que siempre seré buena es para ser la hija de mi padre. Mi vida es nor...