Capítulo 23: Limando asperezas

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—¡Dexter! —escucho un grito que proviene desde dentro de la casa y una mujer de cabello oscuro aparece

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—¡Dexter! —escucho un grito que proviene desde dentro de la casa y una mujer de cabello oscuro aparece. Retiro lo dicho sobre el tal Dexter, Tyler es la viva imagen de la mujer de vestido rojo que acaba de salir de la casa—. Ya hablamos sobre esto, prometiste que tratarías bien a las visitas. Erick, Isabelle, bienvenidos.

—Muchas gracias, Cynthia —responde mamá al ver que papá no tiene intenciones de hacer otra cosa que no sea mirar al padre de Tyler de forma amenazadora—. Esta es nuestra hija, Abigail.

—Es aún más hermosa de lo que Tyler nos dijo. Es un gusto conocerte, Abigail. Me llamo Cynthia y el cavernícola detrás de mí, es mi esposo Dexter.

Estrecho mi mano con la mujer y no puedo evitar sentir mis mejillas calientes. ¿Tyles les habló sobre mí? Me permito detallarla un momento, su cabello castaño cae liso hasta sus hombros y una cuantas canas lo acompañan. Sus ojos color avellana me recuerdan a los de Tyler y por su sonrisa, tiene unas pequeñas arrugas alrededor de ellos. Sus labios son finos y sus mejillas sonrosadas.

Tyler es la perfecta mezcla entre Cynthia y Dexter.

—Puede llamarme Abby. Es un gusto conocerla.

—Pasemos todos, Tyler está adentro encargándose de los últimos detalles de la cena. Ha estado todo el día metido en la cocina.

—Fabuloso.

Las tres entramos a la casa, seguidas de cerca por papá y Dexter, que han decidido dejar de lado los comentarios mordaces por el momento. Gracias a la Diosa.

El interior de la casa de Tyler es tan majestuoso como el exterior, aunque no es ni la mitad de grande que la mansión. Los pisos de madera están perfectamente pulidos y reconozco con gracia que hay fotografías de Tyler, Peyton y la tal Violet por todas partes.

Los muebles de la sala y la mesa de centro son marrones, con pequeños toques de color en los cojines, la alfombra y un par de cuadros en las paredes. Al fondo se encuentra una pequeña chimenea de piedra que está encendida.

—Iré a ver si Tyler necesita ayuda. Dexter, lleva a los invitados al comedor, por favor.

—¿Qué tal si vas con Cynthia? —me dice mamá guiñándome un ojo y no puedo evitar sonreír, mamá es una gran cómplice.

—¿Qué? No —dice papá con el ceño fruncido, reaccionando por primera vez desde que entramos a la casa de los Price.

—Sólo ayudaré a llevar las cosas al comedor —me excuso.

—Así es, Erick —se mete el papá de Tyler con tono cizañero—. No le sucederá nada malo.

Mamá empuja a papá antes de que pueda decir algo más y se van junto con Dexter por el pasillo que dirige al comedor. Suelto un suspiro y aliso mi vestido, sin saber qué hacer para evitar los estragos de los nervios que me atacan.

Viviendo Con Los Alfas (Saga Alfas #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora