Capítulo 34: El Duelo

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Para los Moore, ser un Strong es algo que se lleva en la sangre

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Para los Moore, ser un Strong es algo que se lleva en la sangre.

Papá y Macey siempre me han dicho que lo más importante durante un combate es saber canalizar la ira, porque puede ayudarte a la par que puede hacerte perder en menos de un segundo.

Miro a Tyler frente a mí, quien luce tan fresco como una lechuga. Eso me hace enfurecer aún más, ¿Cómo es posible que actúe como si nada ha sucedido?

¿De quién se supone que me enamoré?

Intento encestar un gancho en su mandíbula pero es my bueno esquivando mis golpes y atrapa mi puño antes de que este llegue a impactar contra su rostro. Tyler tiene ventaja sobre mí y él lo sabe, en menos de tres meses fue capaz de conocerme lo suficiente como para predecir mis movimientos durante un combate. Pero yo tengo algo que él no tiene: más fuerza.

Lanzo una patada a su costado que lo hace retroceder un par de pasos y hacer una mueca. No puedo evitar sonreír con victoria.

—¿Qué? ¿No tienes las suficientes bolas para golpear a una chica?

—No voy a pelear contigo —dice con una calma que me saca de mis casillas.

—¿Por qué? ¿El niñito de mamá y papá no cree que sea lo suficiente para estar a su altura? ¿No soy suficiente para ser tu novia y tampoco tu contrincante?

—Tú siempre has sido más que suficiente…

—¡Deja de mentir!

Me lanzo contra él otra vez y lanzo otro gancho que esquiva y aprovecho su distracción para golpear sus riñones. Tyler suelta un gruñido pero responde a mi ataque pateándome en el estómago, lanzándome a un par de metros y sacándome el aire.
Sonrío sardónicamente y alzo una ceja en su dirección, con mis ojos refulgiendo en dorado.

—Creo que comenzamos a entendernos.

Corro para derrapar bajo sus pies y hacerlo caer, pero consigue esquivarme. Me levanto en menos de un segundo y ataco su tobillo, haciéndolo trastabillar y aprovecho el momento para darle un gancho directo a la mandíbula.

Intento atacarlo de nuevo pero me toma del tobillo, haciéndome caer al suelo y me toma entre sus brazos como si fuese una muñeca de trapo.

—Necesito que te tranquilices y que me escuches —me gruñe Tyler al oído, aprisionando mis brazos para que no pueda moverlos.

—¿Para qué? ¿Para qué tú y la zorra de Piper sigan burlándose de mí?

Echo mi cabeza hacia atrás y consigo atinarle a su barbilla. Tyler me suelta y me recompongo mientras él lleva su mano a su boca, la cual ahora está llena de sangre. Se ha mordido el labio.

—Tienes que escucharme, solo es un minuto —pide y sus ojos brillando con incertidumbre hacen que algo se rompa dentro de mí y no es para nada bueno. Ver el hilo de sangre que cae a un lado de su boca me recuerda que estoy haciendo y porque estoy aquí y vuelvo a la carga.

Viviendo Con Los Alfas (Saga Alfas #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora