Cuando consigo calmarme, me voy a tomar una ducha para quitarme los restos de maquillaje corrido, tierra y ramas del bosque. Al salir de la ducha, me visto simplemente con mi ropa interior y una camiseta enorme que solía ser de papá.
Me envuelvo entre las mantas, intentando protegerme del mundo exterior y termino abrazándome al suéter que usé durante la cita con Tyler, huele a bosque y a él y el aroma me reconforta lo suficiente como para conseguir quedarme dormida.
Comienzo a correr por el bosque en mi forma de lobo, la luna llena brilla con fuerza en el cielo, iluminando la noche oscura. Un gran lobo negro, con ojos dorados está a mi lado. Es Tyler. Corremos juntos por el bosque y arrugo la nariz cuando el olor metálico de la sangre se hace presente.
Seguimos corriendo y cada vez que nos acercamos más al centro de la manada, justo en la Plaza Mayor. Con cada paso que damos, el olor a sangre sólo se intensifica más y más, revolviéndome el estómago. Varias partes de cuerpos humanos comienzan a aparecer en nuestro camino, parecen de hombres, mujeres, ancianos, inclusive de niños. Pero por sobretodo los olores uno me hace chillar de dolor.
De entre la gran cantidad de olores, puedo diferenciar el olor de mi padre, su característica mezcla de menta y chocolate, que siempre me lleva a las tardes cuando me escaqueaba a su despacho para comer dulces mientras él trabajaba. Sin importarme dejar a Tyler atrás comienzo a correr con toda la velocidad que mis patas y la gran cantidad de cuerpos descuartizados me lo permiten. Llego a la estatua de Erick Moore padre, esta que ha significado tanto para mi familia y nuestra manada durante los últimos veinte años. El olor es más intenso por lo que rodeo la estatua para encontrarme con la peor imagen que nunca había podido imaginar.
Papá está ahí, tirado en el suelo sobre un enorme charco de su propia sangre. Con un enorme agujero dentro de su pecho.
Abro los ojos y me siento en la cama de golpe, llevando una mano a mi pecho que sube y baja erráticamente. Chorros de sudor caen por mi sien y mi nuca y durante un par de minutos, solo me quedo sentada en la cama, intentando controlar mi respiración.
Voy al baño por un vaso de agua y cuando me miro en el espejo, puedo ver mis ojos refulgiendo con fuerza en dorado.
No sé qué fue todo eso, solo sé que se sintió muy real.
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Viviendo Con Los Alfas (Saga Alfas #1)
Hombres LoboSer la hija de la pareja alfa puede sonar como un sueño para cualquier chica, ¿para mí? Solo el constante recordatorio de que todos piensan que soy una inútil y que para lo único que siempre seré buena es para ser la hija de mi padre. Mi vida es nor...