Capítulo 11: ¡Curtis!

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La dinámica termina a tiempo para entrar a la segunda hora de la clase de Literatura, con la señorita Darcy

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La dinámica termina a tiempo para entrar a la segunda hora de la clase de Literatura, con la señorita Darcy. Por más que lo intento, no puedo dejar de sonreír. Ya quiero que sean las seis y comience el ensayo.

Sé que la idea de participar en la obra no le agrade mucho a papá, él fue la principal razón por la cual dejé de lado todo lo que representaba el arte. De niña, le parecía adorable, de grande pensaba que estar jugando a los disfraces en un escenario lo único que haría era que no me tomaran en serio.

Lo repitió tantas veces que terminé por creérmelo.

Hacer esta obra será como darle un cierre adecuado a esta época de mi vida y darle paso a mi vida adulta, una en donde debo enfrentarme a la realidad, cumplir el deber que viene con llevar mi apellido.

El sonido de la campana me saca de mis pensamientos, ha terminado la clase. Guardo mis apuntes en mi mochila con rapidez y miro la hora en el reloj de la pared, aún tengo tiempo para ir por los engendros.

-¿Y Tiffany?

-No lo sé, dijo que tenía asuntos que resolver y lo cierto es que cuando habla de esa forma decido no preguntar, la última vez que lo hice terminé vestido de elfo para una broma de Navidad.

No puedo evitar reír, recordando ese día. Tristán es un elfo muy gracioso.

-¿Qué planes tienes para estar noche?

-Aparte de terminar el reporte del señor Conlley, nada. ¿Por qué?

-¿Quieres venir a cenar? Así me hablas de tu viaje. Estuviste mucho tiempo lejos.

Lo que digo es cierto, pero solo en parte. No me atrevo a decir que le temo a Kendall y que si Tristán está cerca, ella le prestará más atención a él que a nosotros.

-Genial. Llevaré comida china, sé que a los chicos les encanta.

-No tienes por qué hacerlo, T...

-No, pero quiero hacerlo.

Sé que no hay manera de hacerlo cambiar de opinión, así que termino por suspirar, encogiéndome de hombros.

-De acuerdo, a Kol le agradará verte.

-A toda tu familia le agrada verme -fanfarronea Tristán y yo golpeo su brazo.

-Eres un idiota.

Mi mejor amigo sólo se ríe cuando llegamos a su auto y me devuelve mi mochila.

-Llego a las siete.

-Genial.

Mi mejor amigo se va y busco las llaves de la van en mi mochila y me voy en dirección al auto. Camino sin mirar al frente, rebuscando en mi mochila. Por la Diosa, tendré que ponerles un imán a esas estúpidas llaves.

Cuando las encuentro, levanto la mirada al camino pero es muy tarde y no puedo evitar chocar con la pared de músculos que tengo frente a mí.

-¡Oh, lo lamento tanto! No fue mi intención.

Viviendo Con Los Alfas (Saga Alfas #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora