Suelto un suspiro desde el fondo de mi alma y me siento en mi cama, vestida solo con mi ropa interior. Miro mi armario con las puertas abiertas y la ropa revuelta e inclusive algunas prendas esparcidas por todo el suelo, ¿por qué es tan difícil escoger ropa para una cita?
Juego con mi teléfono entre mis dedos con la duda de si escribirle a Ashley o no. Ella siempre es la que me ayuda con este tipo de cosas.
El día que repartieron el sentido de la moda, yo estaba perdida comiendo caramelos de menta con chocolate.
Queda solo una hora para las cinco y nada de lo que consigo me convence lo suficiente. O es muy simple o es demasiado.
Froto mis sienes con las yemas de mis dedos índice y medio para intentar reducir la migraña que tengo desde hace unas horas. Curtis está mucho mejor, tanto que ha conseguido levantarse de su cama e ir al baño por sí solo, pero ni siquiera eso ha hecho que mis niveles de estrés disminuyan.
Anoche apenas pude dormir pensando en todo lo que hablé con Jeremy y la preocupación por el estado de Tyler. Terminé investigando sobre la diabetes a las tres de la mañana y a pesar de que Internet decía que una persona podía vivir perfectamente con la enfermedad, debía tener un adecuado régimen de comidas, actividad física y medicinas para que su cuerpo mantenga un nivel de azúcar normal y así no tener represalias a largo plazo, como un coma diabético.
Miro tanto mi teléfono como si este fuese a convertirse en Ashley que termino por lanzarlo a la cama y vuelvo al revoltijo de ropa dentro de mi armario. Extraño a mi mejor amiga, demasiado, pero ver mis manos y a Curtis, me recuerda porque la he evitado desde el día del accidente.
No puedo dejarme llevar por mis emociones y lo mejor es dejar que los humos se calmen para no tomar una decisión de la que luego me pueda arrepentir.
Me termino decidiendo por unos jeans de tiro alto, un top blanco sin mangas, mis tenis y un suéter negro que llega hasta mis rodillas. Peino mi cabello en una trenza que cae sobre mi hombro y apenas me aplico un poco de labial rojo y rimel.
Simple y con clase, como me gusta.
Me doy el visto bueno frente al espejo e ignoro mi punzante dolor de cabeza, eso no arruinará mi noche. Decido pasar por la habitación de Curtis y lo encuentro en su cama, leyendo un libro.
—¿Saldrás? —es lo primero que me dice cuando me ve y yo asiento.
—¿Cómo me veo? —me digo girando en mi lugar y asiente con aprobación.
—Te ves bien. ¿Saldrás con Tyler?
—Así es —le digo, sentándome al pie de la cama observando su herida que nos ha dado tantos problemas. Las demás ya están cerradas y lucen iguales a las marcas rojizas en mis manos, que cada día se han ido haciendo más tenues. La única que ha tardado en sanar es la de su pierna, pero para mañana ya estará mucho mejor. Han sido los peores tres días de mi vida.
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Viviendo Con Los Alfas (Saga Alfas #1)
Loup-garouSer la hija de la pareja alfa puede sonar como un sueño para cualquier chica, ¿para mí? Solo el constante recordatorio de que todos piensan que soy una inútil y que para lo único que siempre seré buena es para ser la hija de mi padre. Mi vida es nor...