Capítulo 24: Una Esposa de Mentira

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Cuando Jeremy nació, yo tenía tres años, así que apenas recuerdo la primera vez que lo vi

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Cuando Jeremy nació, yo tenía tres años, así que apenas recuerdo la primera vez que lo vi. Se, por las historias de todos en casa, que Jeremy era un bebé bastante tranquilo aunque en ocasiones comenzaba a llorar con descontrol sin razón aparente. Nadie conseguía calmarlo, a excepción de mí, que siempre le tarareaba alguna canción de cuna que se me ocurriera en el momento.
Supongo que eso explicaría la gran conexión que he tenido siempre con Jeremy.

De niños siempre solía contarme sus secretos, que normalmente eran que él si se había comido las galletas del jarrón de la cocina, aunque hubiese jurado que no fue así o que había hecho trampa en un examen un par de veces. Cuando llegó a la adolescencia, dejó de ser tan abierto conmigo, pero nunca necesité que lo fuera, Jeremy es como un libro abierto para mí.

Desde la forma en la que frunce el ceño cuando está confundido a sus erráticos movimientos e indecisión cuando está nervioso, justo como en este momento.

Jeremy nervioso me causa ternura y risa a partes iguales. Se ha estado comportando de esta manera desde que despertó esta mañana y no he conseguido la forma de ayudarlo a relajarse. Solo será una cita inocente. ¿Qué puede salir mal?

Después de interrogar a Tyler por una hora, me confesó que a Peyton le gusta mucho ir al cine y a la playa. Y considerando que la playa más cercana está a dos horas, Jeremy invitó a Peyton a su primera cita en el cine.

Desde hace media hora estoy sentada en la cama de Jeremy, mirando a mi primo ir de un lado a otro en medio de un ataque de histeria. Si sigue así, le dará un ataque cardiaco antes de que Tyler y Peyton lleguen.

En esta ocasión decidí usar jeans rotos en las rodillas, un suéter gris, con mangas tres cuartos rojas con un par de osos polares que comparten la misma bufanda, junto con mis tenis favoritos.

Jeremy se quita la camiseta blanca que lleva y la lanza por la habitación, haciendo que esta termine sobre mi cara.

-¡Oye, idiota! -me quejo riendo pero Jeremy me ignora. Me deshago de la camiseta y veo como mi primo rebusca entre las gavetas de su cómoda y se coloca una camiseta azul, exactamente igual a la que ahora tengo en mis manos.

-¿Crees que le guste más este color?
El sonido del claxon de la camioneta de Tyler nos interrumpe y no puedo evitar sonreír.

-Parece que tendrás que averiguarlo.
Jeremy bufa como un burro y lo ayudo con su cabello, peinándolo con mis dedos un poco.

-¿Ya saben que película verán?

-Nada de terror -es lo único que dice y no puedo evitar reír mientras salimos de la habitación. Tyler y yo hemos decidido acompañarlos al cine más como sus chaperones, que una cita doble. Tyler aun no está del todo seguro sobre Peyton yendo a citas, así que le ofrecí esta opción, solo para que dejara de comportarse como un padre sobreprotector que se niega a que su pequeña salga de su cascarón.
Siento mi corazón latir con fuerza cuando abro la puerta de casa y su aroma a regaliz me envuelve. Siento mis mejillas sonrojarse y paso mi brazo sobre los hombros de mi primo para caminar junto a él en un gesto fraterno, pero solo lo hago porque sé que de otra manera no se movería de su lugar.

Viviendo Con Los Alfas (Saga Alfas #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora