Capítulo 14

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Tengo miedo, no quiero que ella me vea así. ¿Y si se avergüenza de mí por ser tan débil? ¿Y si se siente culpable o responsable de lo que me pasa? No me lo perdonaría...

Los demás estaban en la misma situación que yo, y supe que ellos también temían la llegada de sus parejas. Y ese temor se incrementó al oír los tacones pisar el suelo de mármol del pasillo.

Cada una quedó de frente a su respectiva pareja y nos miraron sin decir una palabra. Era una escena rara: ellas tres, tan arregladas y bellas, frente a nosotros cuatro, tan desaliñados y despeinados, con ojeras y esas batas horribles. El vientre de Mo lucía más grande, no había duda de que había un pequeño ser creciendo ahí dentro. Jane no había podido venir, por lo cual Paul tenía una extraña cara de tristeza mezclada con alivio.

Sin decir ni una palabra, todos nos dividimos en distintas partes del hospital. Nosotros fuimos al cuarto que compartíamos.

—¿En qué estabas pensando?—fue lo primero que salió de mis labios. Él no respondió, por lo que seguí hablando—¿Cuánto tiempo pensabas ocultar esto?

—Estoy bien.—Musitó.

—¿Bien? ¿En serio crees que estás bien?

—Ellos exageran, no tengo ningún problema.

—¡Por favor, mírate! ¡No eres más que piel y huesos! ¡Ni siquiera mis colegas son tan delgadas!

—Deja de gritar, Patricia. Si te llamaron no es para que me juzgues de esta forma.

Tenía razón. Se supone que lo ayude...O al menos no lo haga sentir peor.

—Lo siento...

—No importa.

—George...

—No quiero abrazos ahora. Te voy a asfixiar con toda esta grasa.

—¡Cuál grasa, George!

—¿Cómo va tu carrera? ¿Has modelado para alguien importante?

—Pues, una marca de ropa me... ¡No me cambies el tema!

Él sólo sonrió y me besó.

—Oye, tengo que decirte algo.

—Dime.

—Tenemos una hija.
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—Eres un bueno para nada, ni para matarte sirves.

—Ya lo sé.

—Sólo me casaré contigo por el bebé.

—Estoy al tanto de eso.

—No quiero verte hasta que dejes de estar loco.

—No estoy loco.

—Las personas normales no pasan cuchillas por su cuerpo.

—Las personas normales no tienen una novia lunática y cruel como tú.

Sentí una bofetada, y luego sus pasos indignados alejarse hasta salir del hospital.

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—John, por favor, necesito que hables.

—No tengo nada que decir.

Hubo un silencio.

—Julian no deja de preguntar por ti ¿sabes?

—¿Y qué le dices? ¿Papi está en un hospital porque quiere matarse?

—Eso no sería buena idea...

No pude evitar reír, a lo que ella sonrió. Había dicho esa oración tan obvia a propósito para lograr sacarme una sonrisa.

—John, pase lo que pase, sabes que estaré aquí. En las buenas y en las malas ¿recuerdas?

—Sí...

—Quiero que hagas lo posible por salir de esto. Te necesito, el mundo te necesita.

—Para el mundo no soy más que un beatle, una parte de algo. Nadie se interesa por mí realmente...

—Yo lo hago, Julian lo hace, los chicos lo hacen, Mimi también...John, tienes mucha gente que se preocupa por ti. ¿Acaso no puedes verlo?

—Los chicos están peor que yo, Julian es un niño, y sobre Mimi...Creo que no sabe todo esto.

Suspiró y tomó mi mano. Nuestros dedos se entrelazaron por inercia.

—Vendré siempre que pueda ¿vale? No te dejaré solo.

—Vale.—Sonreí y nuestras bocas se juntaron en un beso dulce y sincero.

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—Ella simplemente no vino.—Me lamenté.

—Mira, hay dos opciones: o no le importas, o no sabe cómo reaccionar a la idea de que su novio está en un hospital.

—Seguro es la primera opción.

—No saldrás de aquí pensando así, Paul.

—No puedo evitarlo, Melissa.

—Tengo algo que te ayudará.

Hurgó en el bolsillo de su bata y sacó un pequeño cigarrillo enrrollado a mano.

—¿Esto es...?

—Sirve, te lo aseguro.

—No lo sé...Quería probarlo con los demás.

—Están ocupados con sus novias, pero yo estoy aquí. Anda.

Miré el cigarro y luego a ella. Finalmente lo tomé y saqué un encendedor.

Bastaron cinco minutos para que ambos estuviéramos riendo como idiotas, y diez para que empezáramos a besarnos sin control entre las nubes de humo. Cuando menos me lo esperaba, me había tomado de la mano y llevado detrás de unos arbustos cercanos, para seguir besándome y desabrochar mi camisa.

Yo sólo oía colores y veía sonidos extraños.

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Que conste que lo último es a propósito :'v Puede que sea temprano, pero no soy boluda(?

With A Little Help From My FriendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora