Había bajado de setenta a treinta y cinco en apenas un mes. Ya ni siquiera intentaba comer, pues mi organismo se había acostumbrado a devolver todo lo que ingresaba en él. Estaba condenado y lo sabía. Para colmo, me había deshecho de mi única ayuda, los terapeutas, así que estaba solo en esto.
Marian se había adaptado muy bien a su nueva escuela, lo cual era una buena noticia entre tanta desgracia. Además había comenzado a llamarme "papá" y a Pattie, "mamá", lo cual me parecía muy tierno.
The Beatles estaba estancado. Paul siempre señalaba los errores ajenos, John le gritaba que cerrara la boca, Ringo lo ignoraba y yo miraba el reloj avanzar y deseando que el tiempo transcurriera más rápido. Veía la vida en blanco y negro, nada parecía alegrarme.
—George, por favor. Tienes que comer algo.
—Me siento un poco mal.
Suspiró. Seguro no me creía.
—Ya ni siquiera me dejas verte desnudo, me preocupas.
—Estoy bien, Pattie. En serio.
—¿Por qué no te dejas ayudar?
No le contesté, simplemente me puse mi abrigo y salí. Caminé por las frías calles de Londres sin rumbo fijo. Necesitaba pensar.
Estaba tan ensimismado en mis pensamientos que no noté cuando choqué con alguien.
—Lo siento.
Era Olivia, la directora de la escuela.
—¡Señor Harrison, qué sorpresa encontrarlo aquí!
—Hola —me esforcé por sonreír.
—¿Cómo está?
—Bien ¿y usted?
—Bien.
—¿Seguro? Lo noto cansado.
—No he dormido muy bien, pero todo está en orden.
—Entiendo ¿quiere acompañarme? Vine a dar un paseo.
—Claro, me gustaría.
Comenzamos a caminar en silencio, un silencio agradable.
—Marian aprende rápido — comentó como al pasar.
—¿De veras? Qué buena noticia.
—Sí, su profesora dice que le entusiasman mucho las matemáticas ¿lo habrá heredado de usted o su esposa?
—En realidad Marian es adoptada.
—Oh, lo siento. Yo...
—No se preocupe. Verá, hace unos meses yo estuve en el hospital, y ahí la conocí. Sus padres murieron en un accidente, yo formé una linda relación con Marian y bueno....decidí darle una familia.
—Eso fue muy noble de su parte, señor Harrison.
—Sólo llámame George, por favor.
—Está bien —sonrió—, pero sólo si tú me llamas Olivia.
—Trato hecho —estrechamos nuestras manos y reímos.
—George ¿por qué estabas en el hospital? —preguntó.
—Eh...Yo...tuve algunos problemas.
—¿Graves?
—Algo así...
—¿Quieres contarme?
—Nadie fuera del círculo Beatle lo sabe, así que tendrás que guardar muy bien el secreto.
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With A Little Help From My Friends
FanfictionEl líder tiene una actitud rebelde y despreocupada, que esconde muy bien su inseguridad. Su mejor amigo posee unos bellos rasgos, lo que lo hace todo un galán. Muy pocos sabían que en realidad su espejo alteraba su imagen, haciendo que se viera hor...