La vida de un jugador de quidditch, no era nada glamurosa, después de pasar un mes entero solo haciendo eso, quidditch, puedo decirles que no hay nada glamuroso con se representante de tu país o jugar internacionalmente para llegar a la copa de los mundiales.
Los siete miembros del equipo, además del entrenador, coach y RP (Relaciones Públicas), dormíamos en una casa de acampar. Que ni por fuera o por dentro, parece normal, tenía la fachada de ser una casa miniatura, con mucho, mucho estilo, pero por dentro no había nada de estilo.
Salvo por los dos pisos que la casa tenia, y era habitable para doce personas e inclusive tener fiestas de victoria y derrota en ella. Esta con llevaba un total de catorce habitaciones, diez dormitorios para cada miembro del equipo, y las otras cuatro eran la cocina, sala, comedor y un solo baño en toda la casa. Pero rara vez lo usábamos.
Desde que empezaron mis vacaciones, he tenido quince partidos a lo largo del mes de julio, y entrenamientos, para ponerme al nivel profesional, sumándole los grupales y los que mi papá me ponía, para crear sus propios movimientos, diría que tenía entrenamientos las veinticuatro horas del día, además que en todas esas horas y días, tenía que viajar, aprovechar a realizar mi tarea de verano y respirar.
Esos días, me hicieron odiar el quidditch mas por la cuenta, pero mi agrado cuando jugaba en los partidos, hacían que todo se vuelva una pelea de sentimientos. Me gustaba la atención que tenía, el grito de mi apellido cuando interceptaba un pase, cuando lo robaba y la piel se me volvía de gallina cuando el público parecía quedarse afónico, por la anotación, además de ver a los días siguientes, unas fotos "Legado Wright" "El Hijo de Wright" "Rencarnación del dios del quidditch". Me gustaba la fama, aunque fuese anónima, me gustaba.
—Mocosa —me dan un golpe en la cabeza, cuando escribía mi ensayo de historia de la magia—. ¿Vamos a la fiesta?
—Hago tarea —le respondí, a Zac Troy, era uno de los chicos mas pequeños, y se comportaba como un chico pequeño, y me desesperaba—. Además tengo doce, ¿Qué hare en una fiesta? —le pregunte como si estuviera loco.
—Divertirte, desestresarte, tenemos una semana para eso.
—¿En Bulgaria? —pregunte sorprendida, este asiente y me obliga a marcharme haciéndome dejar mis cosas sobre la mesa del comedor.
Ayer nos habíamos enfrentado a Turquia en la cancha nacional de Bulgaria, por lo que habíamos decidido quedarnos ahí a pasar una semana de descanso, debido a que los países que nos faltaban por ganar u obtener los puntos, eran los Países Bajos, como Bulgaria.
—¿Y que haremos? —le pregunte, mientras le seguía El Paso, al alto y atractivo de Zac Troy -la mayoría del equipo son guapos-, cabello rubio y ojos heterocromicos, por lo que uno era azul y el otro marrón un cuanto claro, que parecía haber sido rociado con pequeña manchas azules, además de que tenia la piel mas bronceada de como empezamos el mes.
—Conoceremos a la competencia —me explica cuando salimos de la tienda.
—¿A qué te refieres con la competencia?
—Troy, ¿Por qué traes a la niña? —le pregunta Eliot Mullet, el otro cazador de la liga, el era igual de joven que yo, tiene por casi la misma edad que los gemelos, no es como mis gemelos, es todo lo contrario; es un idiota de primera, siempre se la pasaba criticándome y se negaba a pasar las quaffles, cuando estaba libre o en sus narices.
—Ella es parte del equipo —dijo Zac sin darle importancia.
—Pero es una nene —no pude evitar enfurecerme, y mirando su ropa, parpadee solo una vez, para que su ropa se incendiara, este pareció bastante asustado y con un hechizo de Troy, se apago.
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Destiny y El Prisionero de Azkaban [DEH#3]
FanfictionNo soy una chica normal y en eso me refiero que tampoco soy una bruja normal, meses antes de entrar a Hogwarts, obtuve estos poderes, que me permiten controlar los elementos, agua, fuego, tierra y aire, aunque con las clases particulares que estoy t...