Capitulo 46. Tiempo Extra.

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—Asombroso. Verdaderamente asombroso. Fue un milagro que quedaran todos con vida. No he oído nunca nada parecido. Menos mal que se encontraba usted allí, Snape...

—Gracias, señor ministro.

—Orden de Merlín, de segunda clase, diría yo. ¡Primera, si estuviese en mi mano!

—Muchísimas gracias, señor ministro.

—Tiene ahí una herida bastante fea. Supongo que fue Black.

—En realidad fueron Potter; Weasley, Wright y Granger, señor ministro.

—¡No!

—Black los había encantado. Me di cuenta enseguida. A juzgar por su comportamiento, debió de ser un hechizo para confundir. Me parece que creían que existía una posibilidad de que fuera inocente. No eran responsables de lo que hacían. Por otro lado, su intromisión pudo haber permitido que Black escapara... Obviamente, creyeron que podían atrapar a Black ellos solos. Han salido impunes en tantas ocasiones anteriores que me temo que se les ha subido a la cabeza... Y naturalmente, el director ha consentido siempre que Potter goce de una libertad excesiva.

—Bien, Snape. ¿Sabe? Todos hacemos un poco la vista gorda en lo que se refiere a Potter.

—Ya. Pero ¿es bueno para él que se le conceda un trato tan especial? Personalmente, intento tratarlo como a cualquier otro. Y cualquier otro sería expulsado, al menos temporalmente, por exponer a sus amigos a un peligro semejante. Fíjese, señor ministro: contra todas las normas del colegio... después de todas las precauciones que se han tomado para protegerlo... Fuera de los límites permitidos, en plena noche, en compañía de un licántropo y un asesino... y tengo indicios de que también ha visitado Hogsmeade, pese a la prohibición.

—Bien, bien..., ya veremos, Snape. El muchacho ha sido travieso, sin duda.

Escuchaba acostada, con los ojos abiertos. Mi deseo era salir y cerrarle la boca a Snape, pero estoy completamente hecha polvo. Sentía mi cuerpo una bolsa de plomo, inclusive mantener mis ojos abiertos parecía una gran hazaña para mi.

—Lo que más me sorprende es el comportamiento de los dementores... ¿Realmente no sospecha qué pudo ser lo que los hizo retroceder; Snape?

—No, señor ministro. Cuando llegué, volvían a sus posiciones, en las entradas.

—Extraordinario. Y sin embargo, Black, Harry y la chica...

—Todos estaban inconscientes cuando llegué allí. Até y amordacé a Black, hice aparecer por arte de magia unas camillas y los traje a todos al castillo.

Harry se volteo donde yo estaba, por lo que me lleve un dedo a los labios. Luego señale la puerta de la enfermería. Estaba entreabierta y las voces de Cornelius Fudge y de Snape entraban por ella desde el corredor.

La señora Pomfrey llegó entonces caminando enérgicamente por la oscura sala hasta la cama de Harry Se volvió para mirarla. Llevaba el trozo de chocolate más grande que había visto en su vida. Parecía un pedrusco.

—¡Ah, están despierto! —dijo con voz animada. Dejó el chocolate en la mesilla de Harry y empezó a trocearlo con un pequeño martillo.

—¿Cómo está Ron? —preguntamos al mismo tiempo.

—Sobrevivirá —dijo la señora Pomfrey con seriedad—. En cuanto a vosotros dos, permaneceréis aquí hasta que yo esté bien segura de que están... ¿Qué haces, Potter?

Harry se había incorporado, se ponía las gafas y cogió su varita.

—Tengo que ver al director —explicó.

Destiny y El Prisionero de Azkaban [DEH#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora