Capitulo 9. Los Posos de Té.

5K 472 95
                                    

Baje un cuanto temprano, para dejar a Ruddy y Rames hacer del baño, no iban a aguantar estar ahí, hasta que regresara de clases, y aunque pareciese que tendría un horario normal, puede ser que no sea posible. Pero me llevo una sorpresa al no ser la única que estaba despierta tan temprano.

—Se volvió parte de mi rutina —dijo Eliot, que estaba respirando un cuanto entrecortado—, pero debo saber por dónde correr, los dementores...

—Si, a mí tampoco se me hacen muy... amigables —acepte afrimando con la cabeza y mirando como flotaban a lo lejos del castillo.

—Nos vemos —dijo Eliot, poniendo su mano sobre mi cabello y marchándose.

—Eliot —impido que se vaya—, no vayas a decir que formo parte del equipo de quidditch —comente.

—¿Por qué no? —se volvió a mí.

—Todos saben que odio el quidditch, bueno, la mayoría —le explique.

—Piensan.

—No, en verdad odio el quidditch —abre la boca para pronunciar algo, pero niega.

—Entonces, nos vemos después.

Solte un suspiro y cuando ambos perros regresaron, los deje en el dormitorio, con un plato de comida.

Y el dormitorio estaba vacio ¿Sera tarde? Tal vez y si, por lo que me visto rápido, me hago una coleta alta y me dispongo a reunirme con mis amigos.

—¡Eh, Potter! —escucho a Pansy gritar, una chica de Slytherin que tenía la cara como un dogo, o como una pava venenosa—. ¡Potter! ¡Que vienen los dementores, Potter! ¡Uuuuuuuuuh!

Levemente con un poco de manipulación de agua, hago que una jarra se caiga encima de ella, haciéndome sonreír de felicidad y superioridad.

—Tranquila Pansy, muchos cometíamos esos accidentes, cuando teníamos tres —me burlo de ella con mi dedo meñique a punto de entrar a mi nariz.

—Los nuevos horarios de tercero —anunció George, pasándolos—. ¿Qué te ocurre, Harry?

—Malfoy —contestó Ron, que estaba al lado de George y echando una mirada desafiante a la mesa de Slytherin.

George alzó la vista y vio que en aquel momento Draco volvía a repetir su pantomima.

—Ese imbécil —dijo sin alterarse— no estaba tan gallito ayer por la noche, cuando los dementores se acercaron a la parte del tren en que estábamos. Vino corriendo a nuestro compartimento, ¿verdad, Fred?

—Casi se moja encima —dijo Fred, mirando con desprecio a Draco.

—Se mojó encima —digo haciéndoles a Harry y a Ron, sacar una sonrisa por mi hazaña con mis poderes, aunque Ron todavía sigue creyendo que son poderes elaborados con varita.

—Yo tampoco estaba muy contento —reconoció George—. Son horribles esos dementores...

—Se le hiela a uno la sangre, ¿verdad? —dijo Fred.

—Pero no os desmayasteis, ¿a que no? —dijo Harry en voz baja.

—No le des más vueltas, Harry —dije sentándome junto suyo.

—Si, Des tiene razón Harry —me apoyo George—. Mi padre tuvo que ir una vez a Azkaban, ¿verdad, Ron?, y dijo que era el lugar más horrible en que había estado. Regresó débil y tembloroso... Los dementores absorben la alegría del lugar en que están. La mayoría de los presos se vuelven locos allí.

Destiny y El Prisionero de Azkaban [DEH#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora