Destiny y El Prisionero de Azkaban [DEH#3]

Capitulo 7. Conversaciones que No Quieres Oir

Llegamos al comedor y nos sentamos en una mesa que tenía tres sillas, me hace sentarme en una y luego se sienta en otra.

—Des, creo que tu madre nunca te hablo acerca de las relaciones —la miro desconcertada y la mire para que prosiguiera—, ya sabes, ahorita que estas desarrollando todos los aspectos desde el pecho, trasero, ensanchamiento de caderas y bello en las axilas, piernas y púbico.

—Salud —interrumpí.

—Púbico es el que te sale en la va... —le hago que se calle, porque si me habia dado cuenta sobre ello, pero no espero que todo el mundo se entere—. Vagina, Des.

—No, no —chille de vergüenza—, igual que quien-tu-sabes eso no se nombra —le explique mirando los alrededores—. Mi mamá, me dijo que le diga Ranita, y si, ya tiene cabello la ranita.

—Des, a Tony, tampoco le gustaba decirle a las cosas del cuerpo por su nombre —con Tony se refiere a mi mamá—. Pero es la primera plática que se te debió haber dado, antes de ir a Hogwarts —dice asustada, llevándose las uñas a los dientes—, por lo que veo, tampoco usas corpiño —y me llevo las manos al pecho.

—¡Déjalas! —Chillo, más ruborizada aun, mirando a los lados, por no fisgones—, leí que si no ponía corpiño cuando estaban en crecimiento, podría hacer que crecieran.

—Sí, pero si no usas, te quedaran como a la abuela Smith —me advierte por lo bajo, suelta un suspiro cansado y se llevó una mano a la cabeza—. Mañana iré a comprarte ropa interior.

—Pero...

—También una crema para que te crezcan —dice exasperada, le sonreí tímida, pareció murmurar algo, pero no logre escucharlo muy bien—. Des, ¿Tienes amigas?

—Sí, Hermione y Ginny —le respondí animada, porque cambiamos el tema.

—¿Solo dos? —pregunta desconcertada. Yo asentí.

—Sí, no soporto a las chicas —respondí agotada.

—¿Y te has besado con alguien ya? —Pregunta, primero pensé en Viktor y las mejillas se me volvieron rojizas, después llego mi primer beso con Harry, y creí que estaba en fuego, asiento sin decir nada—. Uy, ¿Con algún chico de tu equipo?

Niego ruborizada.

—¿Con alguno de los chicos que estaban contigo? —asiento, y pensé en Harry, no cuando nos besamos, sino cuando fue a la cámara de los secretos a rescatarme, y a Ginny, como derroto el basilisco –aunque yo estaba ya inconciente pero me hacia una idea–, el corazón se me desboco un poco—. ¿Con quien?

—Con... quien te importa —respondí entrecortada—, eso es secreto —me levanto y voy al cuarto, aunque... no sé en qué cuarto me quedaba.

Aquella noche la cena resulto un cuanto agradable. Tom, el tabernero, junto tres mesas del comedor; y los siete Weasley, Harry, Hermione y yo tomamos los cinco deliciosos platos de la cena.

—¿Cómo iremos a King's Cross mañana, papá? —preguntó Fred en el momento en que probaban un suculento pudín de chocolate.

—El Ministerio pone a nuestra disposición un par de coches —respondió el señor Weasley.

Todos lo miramos.

—¿Por qué? —preguntó Percy con curiosidad.

—Por ti, Percy —dijo George muy serio—. Y pondrán banderitas en el capó, con las iniciales «P. A.» en ellas...

—Por «Presumido del Año» —dijo Fred.

Todos, salvo Percy y la señora Weasley, soltamos una carcajada.