Capitulo 25. Encuentros.

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Tía Constance me había dejado en el lugar de entrenamiento, y por primera vez en mucho tiempo, me acordaba de lo que paso este verano, Viktor, la derrota de Bulgaria sobre Irlanda, y sobre todo, yo fui la culpable.

Mis compañeros y yo, no terminamos muy bien, aunque las cosas con Eliot mejoraron un poco, no sabría de los demás, por lo que se me subió el estómago, queriendo ir a la garganta, por lo que mire la manera de irme, pero... no. Debo enfrentarme a mis problemas.

Entró y estaban los seis jugadores, tres repartidos a la derecha y otros tres a la izquierda, tenían la cabeza baja.

—¿Qué clase de entrenamiento es este? —pregunte rascándome la cabeza.

—He hablado con los chicos, Des —responde el entrenador—, y sabes, cargaste con toda la culpa de habíamos perdido, que ninguno se dio cuenta, que fuiste la que mas anotó. Solo ha sido un mal dia. Como muchos que tendras en tu carrera.

—¿Me están ofreciendo una disculpa? —pregunte sorprendida—. Yo crei que tomaban cinco minutos, porque alguien murió.

Los chicos sonríen.

—Pero tenemos que entrenar, Francia no nos ganara, ningún país nos ganara esta vez —dije con mucho animo, y los chicos victorearon.

—Y cuando todo esto acabe, y sepan que nuestra mejor cazadora es una chica de trece, se sentiran horribles —dijo Ryan, haciéndome sonreir y nos pusimos manos a la obra, con nuestro entrenamiento.

Compartí mi idea que tuve durante el curso, y le unimos unas ideas de Eliot, con el entrenador, nos la pusimos a practicar, durante tres horas, y durante un tiempo más, hicimos ejercicios básicos, corrimos y subimos escaleras, además que hicimos sentadillas y lagartijas, para que al final del entrenamiento, mis piernas se sintieran como fideos.

—Los de Bulgaria también tienen su partido —dijo Connolly cuando estábamos sentados, tomando agua.

—¿Cuándo? —pregunte conteniendo el aliento.

—Hoy —responde Zac con duda—. ¿Vamos?

—Si, debemos evaluar su estrategia de los mundiales —dijo Ryan, yo no estaba muy animada, si lo veo, no me comportare, no me sentiré cómoda.

—¿Quieren ir? —pregunte.

—Debemos de ir, vamos —dijo Quigley—. Para que Lynch no haga el mismo error de siempre.

—Hey —se quejó él. Haciéndonos reír.

Terminamos yendo, nos habíamos cambiado, por ropa más cómoda, me coloque una blusa gris y un abrigo negro con unos pantalones de mezclilla gris y unas botas negras de piso que eran afelpadas.

—Aprenderemos de los cazadores —me dice Eliot con emoción.

—No creo —le comente arrugando la nariz—, nosotros somos mucho mejores que ellos —le dije con una sonrisa.

—Por cierto, jugaste muy bien, lastima que tu equipo no gano —lo miro desconcertada—. Hey, tu eres muy buena, podría decir que eres la princesa del quidditch aquí.

—¿Quieres ganarte una mordida? —pregunte con enojo, este me miro desconcertado, avance unos pasos mas—. Las princesas son frágiles, siempre necesitan ser rescatadas y se arreglan, se peinan y ponen vestidos —digo con repugnancia, mire a Eliot que sonríe con diversión—. Yo por lo contrario, no. Yo no soy frágil, no necesito ser rescatada, bueno no me arreglo, no me peino y no me pongo absurdos vestidos.

—¿Entonces que eres? —solte un bufido, avance unos pasos mas me giro para mirarle.

—Eso es obvio, Eliot —sonreí con autosuficiencia—, soy una reina —digo con una mano en mi cadera y la otra en mi rostro le sonrio y guiño un ojo.

Destiny y El Prisionero de Azkaban [DEH#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora