Destiny y El Prisionero de Azkaban [DEH#3]

Capitulo 31. Desevil.

Creo que nunca olvidare este trimestre, ajetreado y fuera de sintonía, mis deberes estaban hasta el tope, y eso que hice tiempo para ir al partido de Ravenclaw contra Slytherin, Eliot me habia pedido que asistiera para que viera como trapea el piso con ellos, como lo hizo con Hufflepuff.

Pero, Slytherin ganó, aunque por muy poco. Eliot estaba por ganar por un tanto mas, pero aun asi, esa derrota lo hizo destantear.

Estaba molesto. Mas molesto que esa vez cuando perdimos contra Bulgaria.

—¡¿Acaso necesitas lentes?! —le gritaba Eliot—. Te coloque en el equipo, porque me lo pediste, Chang...

—Pero, Eliot yo...

—Hiciste lo mejor que pudiste —soltó un bufido—, ni me lo creo, la snitch la atrapo Draco, alguien que no tiene ninguna pisca como buscador. Sino dejas esa lentitud de caracol que traes y dejas de llorar de una buena vez por todas, olvídate del quidditch, no necesito a incompetentes en el equipo.

Cho, parecía estar a punto de llorar, mire a los demás.

—Váyanse, todos, no les quiero ver —dijo dándoles la espalda y mirando el tablero donde tenia sus jugadas, el equipo se fue yendo lo más rápido que pudo, yo me quede, porque quería decirle que se tranquilizara.

—Eliot —dije.

—Tambien te lo decía a ti, Des.

—No soy buena acatando ordenes —comente acercándome a él.

—¡Tampoco estos jugadores de quinta! —gritó arrancando un plano y tirando pateando la pizarra, haciéndola tan solo caer—. Me partí el lomo entrenándolos, pero aun asi... ellos, ellos fracasaron, fracase.

—Es tan solo una derrota —comente sentándome en una banca, mientras el todavía estaba dándome la espalda, pero podía sentir lo enojado que estaba.

—Si, pero yo los guie, Des, yo les hice fracasar.

—No, no fracasaste, tan solo fue... Cho —intentaba no echarle la culpa, pero el trabajo de un buscador es atrapar la snitch, y me cae mal, esa changuita cizañosa—, el equipo estuvo muy bien, Eliot, los cazadores, los golpeadores y el guardian, hicieron bien su trabajo.

—¿Y? Perdimos.

—No perdiste, por completo —Eliot me miró con atención—, perdiste un juego nada más, pero ganaste experiencia, y aprender de una derrota es mas fácil que de las victorias.

Eliot continuo mirándome sorprendido.

—¿Eso te dijiste a ti, después de lo de Bulgaria? —pregunta.

—Me lo dije muchas veces, antes de mis partidos —respondí dedicándole una sonrisa, mire mi reloj y sabia que debía ir a hacer mis deberes.

—¿Una lección de vida? —pregunta con una sonrisa, mientras yo me levantaba.

—Si, una lección de vida, bueno, tengo montañas de deberes por hacer —literalmente—, y un caso que analizar.

—Des... gracias por venir a apoyarme hoy —dijo.

—De nada.

Encontraba momentos para relajarme, aunque eso no quitaba el hecho que no tuviera deberes por hacer, entre Hermione y yo, ocupábamos un rincón entero de la sala común, con varias mesas llenas de libros, tablas de Aritmancia, diccionarios de runas, dibujos de muggles levantando objetos pesados y carpetas amontonadas con apuntes extensísimos. Pero cuando me interumpian haciéndome mis deberes, salía mi verdadera forma.