▪Capítulo 12

626 51 8
                                    

Me quedé parada observando como Apolo se iba ante mis ojos. Contenía las lágrimas y sentía las enormes ganas de solo desaparecer por un instante y permanecer sola. De pronto una mano tocó mi hombro, era Hazel.

—Vamos Reyna, tenemos que irnos.

Hazel tenía su mano sobre mi espalda dando pequeñas palmaditas, mostrando consuelo.

—¿Por qué no nos dijiste acerca de ti y Apolo, Reyna? —Dijo Frank, que venía a mi lado, Hazel le envió una mirada acusadora y Frank se estremeció.

—Lo siento.—Me dijo Frank, asentí ligeramente hacia el.

Cuándo llegamos a mi habitación, Frank se fue a realizar sus tareas y Hazel se quedó a mi lado.

—Todo estará bien, ya lo verás. —¿Y si no es así? -Respondí en apenas un susurro, quería mantenerme positiva pero me resultaba imposible. Apolo regresará, el lo juro ¿cierto?
—Apolo ha cambiado, lo pude ver, él regresará por ti, solo confía.
—¿Y si resulta igual que cuando se fue Jason?—Mi corazón estaba en un hilo apunto de partirse.
—Esta vez no será así, ya lo verás.—Sabía que yo misma había decidido esto, y no me arrepentía pero mi inseguridad era fuerte, nunca había descubierto cuan débil estaba en realidad, todo este tiempo me ocultaba bajo una máscara bien formada, fingiendo ser la chica fuerte que todo el mundo ve, entrando en batalla sin dudarlo pero en esta ocasión me mostraba como realmente me sentía en mí interior, tan malditamente débil como siempre he sido.
Tal vez ha esto se refería Venus, tal vez su término de sufrir era el mostrarnos como realmente nos sentimos, porque definitivamente no hay nada peor que eso, toda la inseguridad que habita en mi estaba saliendo ha flote.

Todo este tiempo hemos conocido al engreído Dios del sol, como eso, un engreído, que probablemente no veía a nadie por encima de sus gafas, siempre creyéndose el mejor, irradiando una extremada confianza por donde pasará, pero ¿quién realmente lo conocía? Ha todos nos ha tomado por sorpresa su repentina actitud, pero apuesto a que si alguien se hubiese tomado el tiempo suficiente para que el reflejará su verdadero yo, ahora no estaría sorprendido, más bien orgulloso de ello. Pero ambos cometimos el error de ponernos una máscara y ocultarnos bajo ella. Ambos somos iguales después de todo. Tal vez eso es lo que nos une. Tal vez eso es lo que nos haga mantenernos fuertes. Solo tal vez.

Hazel y yo permanecimos en silencio. Estaba temblando y con la mirada fija en el suelo. Me dolía todo el cuerpo y sentía como mis fuerzas caían ante mí.

—Reyna, tú puedes ser fuerte. Te he visto combatiendo en batalla, eres una guerrera. Esta es probablemente la más difícil que enfrentarás, es por eso que no debes rendirte, tienes que ganarla. Hazlo por Apolo, por el Campamento Júpiter y sobre todo por ti.—Asentí.
—Me gustaría dormir un poco...
—Claro, te dejo. Lo que necesites Reyna, estoy para ti.
—Gracias Hazel.

Hazel salió por la puerta y se fue. Ella tenía razón, esta es una batalla y no la perdería.
El amor que sentía por Apolo era un desastre, pero ¿qué más da? Tenía que descubrir si valía la pena porque definitivamente no hay peor cosa que el no intentarlo. Respiré hondo y exhale. Basta con las inseguridades, basta de ser débil y salir llorando como una niñita. Era hora de ponerme la armadura y salir a luchar por lo que quiero. Me recosté en mi cama y dormí un poco.

Me dejé llevar por mis sueños y de pronto me vi envuelta en una pesadilla. Estaba Apolo, Leo y Calipso cayendo en picado hacia el suelo, la cabeza de Festus estaba en llamas y salía humo de esta. Todos gritaban. Sentía que yo también lo estaba haciendo, trate dé despertarme pero en su lugar un nuevo sueño apareció.

Esta vez mi padre y mi hermana estaban en el. Mi padre la golpeó y ella cayó inconsciente. Fui hacia mi padre y lo apuñale. Él se desvaneció cuando la hoja tocó su cuerpo. Esto no era un sueño, era un recuerdo mío.

Nuevamente cambie de sueño, estaba en la isla de Circe, yo reía pero luego se volvió todo oscuro. Hubo una explosión. Estaba asustada. Muy asustada. Mi vista se nubló y aparecí en el mismo lugar en donde había tenido una reunión con la diosa del amor, estaba vestida con tacones y un vestido largo de color violeta. Mi cabello largo estaba suelto y caía en forma de rizos sobre mi espalda. Estaba sola.

—¡Querida!—Dijo una voz melodiosa atrás de mí —¡Te ves hermosa!
—¿Qué hago aquí señora?—Venus estaba parada sonriéndome. Como siempre estaba perfecta.
—Creo que esperaba un recibimiento mejor pero no te culpo, se por lo que estás pasando.
—¿Ha que a venido?
—He venido a ayudarte por supuesto ¿quién crees que hizo que vieras lo que estabas soñando?
—¿Fue usted?—Mi voz sonaba con tanta rabia. Sentía que iba a estallar en cualquier momento y eso solo empeoro cuando Venus rio.
—¡Claro! ¡Que mejor manera de demostrar tu valentía que con los momentos que pesan en tu mente!.

A este grado quería matarla, mis puños estaban apretados con tanta fuerza que mis nudillos estaba ya blancos.
—¡Y lo mejor esta por comenzar!

Frente a mi apareció un gran espejo, tenía un marco dorado y todo lo que estaba a mi alrededor había desaparecido. Estaba nuevamente sola, pero esta vez en una habitación a oscuras. Sentí la respiración de Venus sobre mi cuello. Su dedo me señaló hacía el espejo y temerosa observe.

Solo me veía a mi, pero sin embargo mi cara estaba llena de miedo. El maquillaje que tenía era casi tan perfecto como el de Venus. Pero de pronto la imagen tembló, ya no era yo quien aparecía en el reflejo.
Estaba Apolo sangrando, gritando en una cueva sin ser escuchado. Cayó al suelo temblando, su cuerpo estaba lleno de moretones y heridas. Una silueta se logró ver con el fuego de una antorcha prendida. Esta paso tan rápido que no pude distinguirla. Hubo un siseo y se escucho como algo se arrastraba sobre el suelo. Quería gritarle que saliera de ahí pero no podía. Mi voz no salía de mi boca.

—¡El sssh gran Apolo ha caído sssh!

La imagen volvió a temblar, esta vez era yo. Estaba en suelo, llorando, gritando con todas mis fuerzas. Mi cabello estaba enredado. Mi ropa estaba sucia. Yo estaba destrozada.

—Eres hermosa por fuera, Reyna—Venus susurro a mi oído, el espejo se había quedado congelado con la imagen de mí derrumbada.
—Pero por dentro, todas tus inseguridades te están destruyendo—Baje mi cabeza hacia el suelo oscuro.
—Mírate Reyna, esta eres tú por dentro— Venus tomo mi barbilla y me obligo a ver nuevamente el espejo.

No estaba como antes, parecía una anciana, mis ojos estaban rojos de tanto llorar, tenía unas grandes ojeras y mis labios estaban secos. El rímel que hace un momento estaba perfecto, ahora estaba por mi cara cayendo con unas lágrimas acompañándolo. Mi cabello había perdido el brillo al igual que todo mi ser. Grité.

—Esta es la lucha de tu vida, no lo olvides.

Quería salir de esta pesadilla, pero no podía, estaba paralizada, viendo mi yo interior. Traté de cerrar mis ojos pero mi cuerpo no cedía. Estaba asustada. Intenté gritar otra vez y mi voz salió con un pavor que nunca pensé que yo podría tener. Me deje caer al suelo, con mis manos temblorosas sobre mi cara. No había lágrimas en mi rostro solo un inmenso miedo creciendo sobre mí. Después de muchos intentos por salir de ahí.

Desperté.


[...]
N/A: ¡Chicos (as)! Hemos llegado a las 1,000 visitas💕 No tengo palabras para agradecer les que lean mi fanfic. Nunca pensé llegar a estas visitas. Ustedes son increíbles. Gracias por todo.

Waiting For Superman (ReynaxApolo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora